jueves. 28.03.2024

El Ejército de Birmania (Myanmar) arrestó este lunes a un número indefinido de políticos -entre ellos la jefa de facto del Gobierno, la Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, y el presidente birmano Win Myint- además de otros líderes civiles tras una semana de rumores sobre un posible golpe de Estado militar.

Myo Nyunt, portavoz del partido Liga Nacional para la Democracia (LND), encabezado por Suu Kyi, confirmó a la prensa local la detención de la líder y del presidente birmano junto a otros miembros de la formación política. "Este es un intento de golpe militar, aunque (el Ejército) puede afirmar que no lo es", indicó el portavoz al señalar que los militares han "obligado" al presidente a convocar una reunión urgente por seguridad nacional "para entregarles oficialmente el poder".

Los soldados también tomaron el control de la cadena de televisión pública MRTV, apuntó el medio en un mensaje de Facebook al que miles de usuarios respondieron con las etiquetas "salvar a Birmania" y "Necesitamos democracia". Efectivos castrenses también se personaron en una de las compañías de telecomunicación que opera en el país.

Los soldados tomaron posiciones en el Ayuntamiento de Yangon (la ciudad más grande del país) y los servicios de datos y telefonía de Internet móvil en el bastión del partido Liga Nacional para la Democracia (NLD) se vieron interrumpidos, dijeron los residentes. La conectividad a Internet también había caído drásticamente, según el servicio de monitoreo NetBlocks.

El Ejército de Birmania -que mediante una sucesión de juntas militares gobernó el país durante casi medio siglo- rechazó el 30 de enero los rumores y garantizó en un comunicado su compromiso con la defensa de la Constitución. De esta forma, las Fuerzas Armadas sofocaron temporalmente los rumores de golpe que se han ido intensificando desde que el pasado 26 de enero el portavoz militar Zaw Min Tun se negara a descartar la toma del poder por parte del Ejército tras denunciar supuestas irregularidades en las elecciones legislativas del pasado 8 de noviembre.

El 27 de enero, el jefe del Ejército, Min Aung Hlaing, señaló en un discurso -ante el personal castrense- que se debería abolir la Constitución si esta no se cumple, lo que había sido interpretado como una amenaza en un país que estuvo sometido a una dictadura militar entre 1962 y 2011, cuando se inició la transición hacia la democracia.

La Casa Blanca señaló que el presidente Joe Biden había sido informado sobre los arrestos y el secretario de Estado Antony Blinken pidió la liberación de los líderes.

“Estados Unidos apoya al pueblo de Birmania en sus aspiraciones de democracia, libertad, paz y desarrollo. Los militares deben revertir estas acciones de inmediato", manifestó en un comunicado, utilizando el nombre alternativo de Myanmar.

Por su parte, e secretario general de la ONU, Antonio Guterres, condenó la detención de Suu Kyi y otros líderes políticos e "insta a los líderes militares a respetar la voluntad del pueblo de Myanmar", declaró un portavoz de la ONU.

Denuncian un posible golpe de Estado en Myanmar, antigua Birmania
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