Los cuerpos de un padre y su niña fueron encontrados a la orilla de un río, boca abajo. El brazo de la pequeña de casi dos años abraza el cuello de su padre. Ambos murieron ahogados en el Río Bravo en su intento por llegar a Estados Unidos. Sus familiares en El Salvador ahora piden ayuda al gobierno para recuperar sus cuerpos.
Según la Cancillería de El Salvador, el hombre y su hija murieron la tarde del domingo cuando fueron arrastrados por el río que divide México con Estados Unidos. Sus cuerpos fueron encontrados el lunes.
A través de un mensaje en Twitter, Enrique Gómez, un pariente de las víctimas lamentó lo ocurrido y pidió ayuda al gobierno porque el coste de repatriar los cuerpos era elevado. “Nos están cobrando de 7.000 a 8.000 dólares por traer los cuerpos”, expresó.
El presidente salvadoreño, Nayib Bukele, informó a través de la red social que la oficina de la presidencia "pagará todos los gastos de repatriación y ayudará económicamente a la familia".
El gobierno salvadoreño asegura que a través de la red consular ha dado asistencia y apoyo a los parientes de las víctimas.
La Cancillería llamó a la población a no arriesgar sus vidas, especialmente la de los niños, los más vulnerables en la denominada ruta del migrante.
Al ser consultado sobre la imagen de los migrantes fallecidos, el presidente de México Andrés Manuel López Obrador dijo que “es muy lamentable que esto pase”.
El gobierno mexicano lanzó la semana pasada un Plan de Desarrollo para Centroamérica para intentar disminuir el flujo migratorio. Parte del plan contempla otorgar unos 30 millones de dólares al gobierno de El Salvador para desarrollar proyectos de agricultura que generen empleos y ofrezca oportunidades a los salvadoreños.
El papa Francisco quedó profundamente apenado tras ver la foto del padre y su hija ahogados en el Río Bravo y rezó por ellos y todos los migrantes que han perdido la vida intentando escapar de la guerra y la miseria.
"El Santo Padre ha visto, con inmensa tristeza, la imagen del padre y de su hija muertos ahogados en el río Grande mientras trataban de pasar la frontera entre México y los Estados Unidos. El Papa está profundamente apenado por sus muertes, reza por ellos y por todos los migrantes que han perdido la vida tratando de escapar de la guerra y la miseria", comunicó el Vaticano en una nota.
