Tres atacantes suicidas abrieron fuego el martes a las 22.00 hora local en el aeropuerto Ataturk de Estambul, Turquía, antes de inmolarse con explosivos cerca de los mostradores de salidas internacionales, causando la muerte de al menos 36 personas y más de 100 heridos, dijeron funcionarios turcos, testigos y medios de comunicación.
La agencia de prensa privada Dogan agregó que dos policías figuran entre las víctimas mortales del ataque que, hasta el momento, no ha sido reivindicado.
Un canal de televisión difundió una impresionante secuencia en la que se ve a un policía disparando a un atacante y este, herido, cae al suelo y acciona sus explosivos.
"Un terrorista comenzó a disparar con un Kalashnikov y luego se hizo estallar", había explicado poco antes el ministro turco de Justicia, Bekir Bozdag, ante el Parlamento. Luego otros dos atacantes hicieron detonar sus explosivos completando el ataque.
El primer ministro de Turquía reveló que las primeras señales apuntaban a un asalto del grupo Daesh.
El experto en seguridad de la CNN Turk, Abdullah Agar manifestó que el ataque llevaba la marca del grupo Estado Islámico. "Realmente parecen sus métodos", dijo en referencia a los atentados de Bruselas.
Los consulados de EE.UU. y Francia advirtieron a sus ciudadanos se mantengan alejados de la zona.
Entre los muertos había extranjeros, pero no se dio más detalles.
El ataque provocó la suspensión de todos los vuelos en el aeropuerto - uno de los centros de transporte más importantes de Europa.
