Las horas antes de la jornada en la que numerosos países musulmanes se preparan para celebrar de forma festiva, pacífica y en convivencia el nacimiento del Profeta Mohamed están resultando sangrientas a causa de la ola de salvajes atentados terroristas que se suceden en numerosos puntos de Oriente Próximo.
Los ataques han sacudido a Adén (Yemen), Estambul (Turquía) y El Cairo (Egipto) y suman ya más de un centenar de víctimas mortales. Los heridos se contabilizan por cientos.
En Adén, un ataque suicida causó este sábado la muerte de 50 soldados yemenitas e hirió al menos a otros 70 heridos en la base de la Seguridad Central en la ciudad, según declaró un funcionario del Gobierno y publica la agencia de noticias Reuters. El atacante se hizo estallar cuando las tropas estaban esperando para recoger sus salarios.
En Estambul, un doble atentado provocó en la noche del sábado al menos 38 muertos y 166 heridos, según informó el ministro del Interior turco, Süleyman Soylu, y recoge la agencia Efe. Los ataques se produjeron cerca del estadio de fútbol del club Besiktas. Las autoridades creen que se trató de un ataque contra las unidades especiales de la policía, según señaló el ministro Soylu a CNN Türk.
Y en El Cairo, al menos 22 personas han muerto y 25 han resultado heridas por el estallido en la mañana del domingo de un artefacto explosivo en la puerta del complejo eclesiástico donde se encuentra la Catedral cristiana copta de El Cairo, según ha cuantificado el Ministerio de Sanidad e informa la agencia Efe.
Los atentados de momento no han sido reinvidicados aunque no se descarta que Daesh y PKK puedas estar detrás de ellos.
