miércoles. 24.04.2024

El enviado especial de Naciones Unidas para Libia, Ghasán Salamé, ha alertado este martes de que Libia "está al borde de caer en una guerra civil que podría llevar a la división permanente del país", a causa de la ofensiva del mariscal de campo Jalifa Haftar contra la capital, Trípoli. En una comparecencia ante el Consejo de Seguridad de la ONU para informar sobre la situación, Salamé ha lamentado que, "tras 48 días de ataque contra Trípoli por parte de las fuerzas de Haftar, ha habido ya demasiada muerte y destrucción". "Llevará años reparar el daño causado hasta ahora, y eso sólo si la guerra termina ya", ha dicho, antes de recalcar que "la guerra en los alrededores de Trípoli es sólo el inicio de una larga y sangrienta guerra en la orilla sur del Mediterráneo".

Salamé, que ha resaltado que este conflicto "pone en peligro la seguridad de los vecinos inmediatos de Libia y la región mediterránea en su conjunto", ha indicado que hasta ahora han muerto 460 personas en los combates, entre ellas 29 civiles. "Más de 2.400 personas han resultado heridas, la mayoría civiles. Más de 75.000 personas se han visto desplazadas de sus casas, todas ellas civiles. Más de la mitad de los desplazados son mujeres y niños", ha enumerado. Asimismo, ha manifestado que "los actores humanitarios calculan que más de 100.000 hombres, mujeres y niños siguen atrapados en las zonas de frente, mientras que más de 400.000 están en áreas afectadas directamente por los enfrentamientos". "Alrededor de 3.400 refugiados y migrantes están atrapados en centros de detención expuestos, o situados cerca, de los combates", ha dicho, antes de recalcar que las condiciones de estas personas "han pasado de mal a peor".

Salamé ha recordado que cuando el secretario general de la ONU, António Guterres, visitó el país el 3 de abril la capital "disfrutaba una mayor seguridad, la población contaba con una moneda más estable (...) y el proceso político, a pesar de los muchos obstáculos, avanzaba". En este sentido, ha resaltado que estaba prevista una conferencia nacional días después, que fue sin embargo cancelada por la ofensiva de Haftar, leal al gobierno asentado en el este del país y enfrentado al reconocido internacionalmente, con sede en Trípoli. "Ver que aquellos que habían aceptado con entusiasmo nuestra invitación a (la conferencia en) Ghadamés tomaban de pronto las armas para atacar la capital o defenderla me ha sumido en el más profundo nivel de tristeza por la oportunidad perdida", ha reconocido. Así, ha dicho que la ofensiva "ha puesto en peligro el potencial de las conversaciones celebradas el 27 de febrero en Abu Dhabi entre el primer ministro (del Gobierno de unidad, Fayez) Serraj y el general Haftar".

"En esas conversaciones hubo una oportunidad real de reemplazar el Gobierno de Acuerdo Nacional en Trípoli, disolver el gobierno paralelo en Beida y crear un gobierno nacional unificado e inclusivo que habría encabezado el país durante el proceso electoral hasta el final del periodo de transición", ha explicado.

Por otra parte, Salamé ha recalcado que "el vacío de seguridad creado por la retirada de gran parte de las tropas de Haftar en el sur, junto con el foco de las fuerzas occidentales sobre la defensa de la capital, está siendo explotado por el Daesh y Al Qaeda". "En el sur de Libia están apareciendo las banderas negras de Daesh y me apena informar de que, desde el 4 de abril, ha habido cuatro ataques por parte de Daesh en el sur de Libia (...) con 17 muertos, más de diez heridos y ocho secuestrados", ha dicho. De esta forma, Salamé ha apuntado que, "además de que libios inocentes se ven sometidos sin piedad al terror del Daesh, habrá una expansión de esta violencia a los vecinos inmediatos de Libia". "Hay numerosas informaciones sobre extremistas, personas bajo sanciones internacionales y buscadas por el Tribunal Penal Internacional (TPI) apareciendo en el campo de batalla en todas las partes", ha criticado. Por ello, ha reclamado al Consejo de Seguridad de la ONU la creación de una comisión de investigación, antes de destacar que "no es menos preocupante que las armas estén siendo entregadas" a todas las partes en conflicto.

"Muchos países están dando armas a todas las partes en conflicto, sin excepciones. La cantidad y sofisticación de estas armas está causando cada vez un mayor número de víctimas", ha lamentado. Salamé ha dicho que "sin una aplicación firme, el embargo de armas a Libia se convertirá en un chiste cínico". "Algunas naciones están alimentando este sangriento conflicto, Naciones Unidas debe ponerle fin".

El enviado especial de la ONU ha hecho además hincapié en el impacto del conflicto sobre las infraestructuras del país, algunas de las cuales, como las sanitarias, se encuentran "sobrecargadas". "Pido un apoyo inequívoco a la insistencia en la aplicación del Derecho Humanitario a todas las partes en conflicto", ha dicho Salamé, quien ha confirmado que la ONU "ha reducido su personal no esencial", si bien sigue sobre el terreno. "Los precios de la comida están aumentando en todo el país y empieza a haber escasez", ha manifestado. "Otra víctima del conflicto es la infraestructura, incluidas la electricidad y el agua", ha argüido. En este sentido, ha resaltado que "ya incapaz de satisfacer la demanda, el suministro de agua a la capital y la totalidad del noroeste de Libia ha sido convertido en un arma, después de que grupos armados hayan cortado el Gran Río Artificial para lograr concesiones".

Asimismo, Salamé ha lamentado que "los llamamientos al fin de los combates y la reconciliación son ahogadas por partes nacionales e internacionales que han convertido las redes sociales en un arma para fomentar las noticias falsas, las narrativas falsas y las expresiones de odio que más dividen a la población". Por todo ello, ha reiterado que "no hay solución militar para Libia" y que "el mosaico de comunidades de Libia no puede ser gobernado sin alianzas y relaciones que se extiendan por todo el país". "La guerra civil a gran escala no es inevitable". "Hay que detener el conflicto y hacerlo ahora, por el bien de sus seres queridos, de su país y de la paz y seguridad internacionales", ha remachado, en un mensaje a la población libia.

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