jueves. 28.03.2024

Piratas somalíes secuestraron un barco indio en la costa de Puntland, región semiautónoma en el norte de Somalia, y mantienen retenidas a once personas de la tripulación, informaron fuentes de seguridad. Se trata del tercer secuestro en el último mes perpetrado por los piratas en aguas de Somalia tras años de inactividad

El secuestro se produjo la semana pasada cuando el buque se dirigía a la ciudad de Bossaso, explicó el comandante de la agencia antipiratería de Garowe, Amoye Abdullahi Dhere.

El mercante "Al Kausar" transportaba trigo y azúcar desde Dubai hacia el puerto de Bosasso, en el noreste de Somalía, pero fue atacado tras atracar en un puerto de Yemen, dijo a la AFP el propietario del barco, Isaak Them.

"El barco fue desviado el viernes de la pasada semana en alta mar. Uno de los miembros de la tripulación me llamó para informarme", declaró. "Les hemos pedido a quienes cargaron sus mercancías en Dubai que nos ayuden a salvar a nuestra tripulación y nuestro barco", agregó.

Adam Them, presidente de la Asociación de Marinos de Kutch, en el estado de Gujarat (oeste), confirmó a la AFP que los piratas habían pedido una recompensa. "Recibimos una llamada de uno de los miembros de la tripulación diciendo que los piratas pedían dinero a los propietarios del buque de carga", especificó. "Las negociaciones están en curso. El miembro de la tripulación nos indicó que cinco hombres armados estaban a bordo del barco", agregó.

El pasado 13 de marzo, secuestraron un barco petrolero con bandera de Sri Lanka que llevaba ocho hombres a bordo; fue finalmente liberado tres días después.

El 24 de marzo fue capturado un barco de pesca local en el noreste del país que, según fuentes policiales, podrían utilizar para otras misiones, como atacar buques extranjeros que navegan en aguas del país.

Los ancianos de los clanes, sobre quienes reside tradicionalmente la toma de decisiones en Somalia, siguen con las negociaciones para la liberación de este último barco, aunque todavía sin éxito.

La piratería somalí alcanzó su pico de actividad entre 2010 y 2012. En el punto más álgido, en 2011, se registraron 237 ataques, y se estimó que el costo total de lo secuestrado rondaba los 8000 millones de dólares.

La principal causa de este fenómeno es la falta de trabajo para la población más joven. Somalia está atravesando una crisis alimentaria debido a una hambruna de larga data, que según datos de las Naciones Unidas podría causar la muerte de hasta 6 millones de personas. A esto hay que agregarle la aniquilación de su industria pesquera, que empleaba a una gran cantidad de personas. Para los locales, la causa de su tragedia es clara: la pesca ilegal.

Durante siglos, los somalíes se dedicaron a vivir de lo que pescaban, una tradición que se pasaba de generación en generación. Pero la abundancia de sus aguas atrajo a pescadores de otros países, incluidos Japón, Corea del sur y España, quienes, con técnicas más modernas y avanzadas, dejaron a la población local sin su medio de subsistencia. Desde entonces, esta ha sido la razón principal invocada por los piratas para explicar el porqué de sus acciones.

La seguridad para los barcos en esta parte del Océano Índico ha mejorado sustancialmente en los últimos años. Uno de los factores de este descenso del número de secuestros es la Operación Atalanta, que fue puesta en marcha en 2008 bajo la Política de Defensa y Seguridad Común de la Unión Europea (UE). En sus más de ocho años de vida, los marinos europeos que participan en la Operación Atalanta han detenido y llevado a los tribunales a más de 150 piratas, además de abortar numerosos secuestros y reducir significativamente los asaltos a barcos en la región.

España asumió en febrero el mando de la Operación Atalanta, cuya dirección rota cada cuatro meses entre las naciones que aportan fuerzas.

Los piratas somalíes vuelven a atacar: Tercer secuestro en un mes
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