sábado. 20.04.2024

Con motivo del mes de Ramadán , que este año empezó el 6 de mayo, y de la fiesta de ‘Id al-Fitr 1440 H. / 2019 A.D,  el Pontificio  Consejo para el Diálogo Interreligioso ha enviado a los musulmanes de todo el mundo un mensaje de felicitación titulado Cristianos y musulmanes: promover la fraternidad humana, firmado por el Secretario de ese dicasterio, Miguel Ángel Ayuso Guixot, cuyo texto ha sido publicado por la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

El mes de Ramadán, dedicado al ayuno, la oración y la caridad, es también un mes para reforzar los lazos espirituales que compartimos en la amistad entre cristianos y musulmanes. Me complace, por lo tanto,  aprovechar esta oportunidad para desearos una celebración serena y fructífera del Ramadán.

Nuestras religiones nos invitan a “a permanecer anclados en los valores de la paz; a sostener los valores del conocimiento recíproco, de la fraternidad humana y de la convivencia común; a restablecer la sabiduría, la justicia y la caridad”(ver Documento sobre la Fraternidad Humana por la Paz Mundial y la Convivencia  Común, Abu Dhabi, 4 de febrero de 2019).

Nosotros, los musulmanes y los cristianos, estamos llamados a abrirnos a los demás, conociéndolos y reconociéndolos como hermanos y hermanas. De esta manera, podemos derribar los muros levantados por el miedo y la ignorancia y tratar juntos de construir puentes de amistad que son fundamentales para el bien de toda la humanidad. Cultivamos así en nuestras familias y en nuestras instituciones políticas, civiles y religiosas, una nueva forma de vida en la que se rechaza la violencia y se respeta a la persona humana.

Se nos exhorta, pues, a proseguir la cultura del diálogo como  medio de cooperación y como método para aumentar el conocimiento mutuo. En este contexto, recuerdo que el Papa Francisco, durante su visita a El Cairo, destacó tres pautas fundamentales para perseguir el diálogo y el conocimiento entre personas de diferentes religiones: "El deber de la identidad, la valentía de la alteridad y la sinceridad de las intenciones"(discurso a los participantes en la Conferencia Internacional por la Paz, Centro de Conferencias Al-Azhar, 28 de abril de 2017).

Para respetar la diversidad, el diálogo debe buscar promover el derecho a la vida de todas las personas, la integridad física y las libertades fundamentales, como la libertad de conciencia, de pensamiento, de expresión y de religión. Esto incluye la libertad de vivir de acuerdo con las convicciones propias, tanto en el ámbito privado como en el público. De ese modo, los cristianos y los musulmanes, como hermanos y hermanas, pueden trabajar juntos por el bien común.

Deseo que el gesto y el mensaje de la fraternidad tengan eco en los corazones de todos aquellos que ocupan cargos de autoridad en los sectores de la vida social y civil de toda la familia humana, y nos lleven  a todos a poner en práctica, no simplemente una actitud de tolerancia sino una convivencia verdadera y pacífica.

Con un cordial saludo fraternal, una renovada estima por nuestra amistad y en nombre del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, expreso mis sinceros deseos de un mes fructífero de Ramadán y de un gozoso ‘Id al-Fitr.

El Vaticano desea a los musulmanes "un mes fructífero de Ramadán"
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