sábado. 20.04.2024

Nos parece tan habitual en estos tiempos que corren hablar de superhéroes, monstruos, villanos. Hay literatura al respecto, hay cine en abundancia y, claro, cuando a una mente joven se le bombardea de manera continua con un aluvión de héroes, heroínas, y villanos van y se lo creen. Si cuando éramos pequeños en tiempos pasados nos metieron el gol de la cigüeña que traía los niños sin evidencia multimedia, cómo no le vamos a meter el gol ahora a las nuevas generaciones en un ambiente multimedia con alta resolución e interactividad que Spiderman es real.

Hasta aquí todo parece sensato, y congruente, pero no, los españoles teníamos que ir mas allá, la Masa, Spiderman, Capitán América, nada, nada, hay que crear algo aún mas terrorífico, algo que espante con solo nombrarlo y que además todo el mundo quiera hablar de ello. Entonces inventamos “La Cosa”. Pero… ¿qué es “La Cosa”? Cuenta la leyenda urbana de un pueblo andaluz, que en uno de sus muchos bares figura un cartel que reza “Se prohíbe hablar de La Cosa”. Solo con nombrarla a todo el mundo despierta su interés, y es que, no es para menos. La temida Cosa, que no es otra que la situación laboral, en realidad es más la situación de desempleo. Quedarse sin empleo en nuestro país es más peligroso que una piraña en un bidet, si a esto le sumamos que nuestra clase política a cargo de solventar a “La Cosa”, se dedica más bien a profundizar el problema, e incluso algunos a gastarse el dinero que llueve del “Ente Publico” (otro conocido monstruo) en juergas y falsos menesteres para conseguir diezmar las entradas de capital en el mercado laboral.

Que ponemos un circo y nos crecen los enanos. De todo esto se deduce en términos andaluces una vez más, que los que están a cargo de “La Cosa” son tan útiles como un cenicero en una moto, y que realmente están más perdidos que un pulpo en un garaje. Han dejado que “La Cosa” se apodere de la situación y nos deje el patio como palo de gallinero, donde no puedes ni dejar el trapo de la cocina a secar. El personal merodea cada mañana y en cuanto surge la ocasión espetan “¿cómo está La Cosa?”, en un intento de sondear, estudiar y capear la situación, cuando en realidad la mayoría están pasando más hambre que un caracol en un espejo.

“La Cosa” ha extendido su zarpas aterrorizando ya a toda la población, muchos aguantan como pueden, otros huyen despavoridos al extranjero creando la mayor corriente migratoria desde finales de la Guerra Civil, y otros se gastan los pocos ahorros que les quedan para de repente ser emprendedores en un mercado en el que nadie quiere gastar porque no tiene. Ahora bien, si la necesidad es la madre de la invención, preparémonos a ver una nueva oleada de genios. El principal motor de la economía en el sur de España siempre ha sido el turismo, y si a esto le sumamos que gran parte del norte de Africa ha perdido su encanto debido a los diferentes conflictos políticos, lo lógico es que esta sea una de las mejores temporadas estivales de todos los tiempos. Si esta temporada veraniega no se consiguen reducir las cifras del paro, ya que entrando el otoño las cifras de paro siempre aumentan, nos vemos en el sendero de verle la cara a un nuevo monstruo: “La Espantá”, que va ser la que numerosas familias e individuos darán de nuestra tierra para salir de la desidia, el desencanto y la pobreza que ya amenaza con dejar de dar de comer a muchos niños a los que solo les quedará el comedor del colegio.

¿Qué podemos hacer los residentes en el extranjero al respecto? Mucho, y de entrada, mandar dinero a casa para ayudar a la familia. Pero podemos ir mas allá ayudando e informando a la oleada que se avecina, esto no va a ser una marea negra, sino un flujo migratorio nunca visto anteriormente donde los recién titulados dejarán el país, los titulados con experiencia también, los profesionales autónomos, e incluso los médicos y abogados, pasando por los enfermeros y cocineros. Van a llover españoles buscando trabajo, y es nuestro deber informar, ayudar, asesorar, pero sobre todo facilitar un soporte anímico y vital que permita que esta generación salga adelante. “La Cosa” es poderosa, se ha enraizado en la miseria de los que administran los recursos, se nutre del miedo y de la depresión, y el tiempo juega a su favor.

De poco sirve distraer al personal con fútbol, y eventos deportivos. Como en el tiempo de los romanos, ni el pan ni el circo libraron al imperio de un cambio brusco. No es época de tímidas soluciones, el monstruo es poderoso, pero puede ser doblegado, es nuestro deber y podemos hacerlo, pero solo sacando la generosidad, la solidaridad, y el buen hacer, podremos dominar esta situación. Hay que sacar pecho, y conseguir que cada emigrante en el extranjero se convierta en un representante genuino de su país que acabe de una vez con los tópicos de que siempre llegamos tarde, improvisamos mucho, no planificamos, y solo nos gusta la juerga, no damos palo al agua y, cómo no, lo dejamos todo para mañana.

A partir de hoy me convierto en Embajador de mi país, y voy a ser el mejor ejemplo para todo el que me vea, voy a conseguir que todo el que me rodea afirme que si todos los españoles son así, estos salen de la crisis y, cuánto me han engañado sobre lo que eran los españoles, se acabo la siesta, los toros y el fútbol. ¡Ha llegado la hora de demostrar qué es un español! Vamos a Españolizar al resto del planeta para que vean lo que realmente es válido de nuestro más profundo modo de vida. Esta es sin duda la generación española mas preparada académicamente, la mejor nutrida, la que tiene mayor estatura media y puede ir mucho, mucho más allá. Manos a la obra, depende de ti y déjate de buscar excusas.

Pedro Manrique

Nuevos monstruos
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