martes. 19.03.2024

Cecilia Faciolince, imprescindible

Mujer muy especial y figura maternal para millones de colombianos difícil de definir con una sola palabra

Cuando se habla de 'El Olvido que Seremos', bien sea la novela de Héctor Abad Faciolince o la película de Fernando Trueba, suele decirse que son obras sobre un hombre único, maravilloso, indispensable en cualquier tiempo, el médico y profesor Héctor Abad Gómez, lo cual es cierto, pero se termina dejando de lado a otros personajes tan importantes como él, en este caso, la esposa del protagonista, madre del autor, columna vertebral de una querida familia, Cecilia Faciolince, quien acaba de dejarnos, EPD.

Aunque pensamos en Doña Cecilia Faciolince, como una matrona paisa, la verdad es que nació en Bogotá, pero educada en Medellín (ciudad que algunos bogotanos llevamos en el alma) y fue pionera en muchos aspectos, como ejecutiva, profesora, empresaria. Madre de seis (Marta Cecilia, Clara Inés, Mariluz, Sol Beatriz, Eva Victoria, Héctor Joaquín), pero figura maternal para millones de colombianos, que la hemos aprendido a querer en las semblanzas familiares.

La actriz Patricia Tamayo, refleja en la pantalla, la extraordinaria naturaleza de Doña Cecilia, un carácter y un temple a toda prueba, que le permitió apoyar a su esposo en las horas difíciles y levantar a sus hijos en las horas trágicas. Una mujer trabajadora que laboró en Avianca, antes de lanzarse como emprendedora, cuando ese término no había sido inventado, fundando una empresa inmobiliaria en la que trabajó hasta el 2008.

Siendo esposa y madre de escritores, no se podía quedar atrás y en el año 2010 publicó con Editorial Aguilar el libro 'Recetas de mis amigas', reeditado y actualizado en 2020 por Penguin para Hispanoamérica, que es un libro delicioso de leer, valga la expresión, porque como afirma mi esposa Patricia, su autora va conversando con el lector, con la misma familiaridad de las charlas que hemos tenido con abuelas, madres y esposas en la cocina, el espacio donde los alimentos se condimentan con anécdotas y cariño.

Doña Cecilia, fue recopilando esas recetas de amigas que fue conociendo no sólo en Colombia, porque su esposo, Héctor Abad Gómez, quien aparte de todo lo que se sabe, fue una suerte de diplomático de la salud, recorriendo diversos sitios del mundo, viajes que sirvieron además para ir “alimentando” el recetario de su esposa.

Con mi esposa Patricia, conocimos a Doña Cecilia, en una feria del libro de Bogotá, en donde íbamos a ver a su hijo y terminamos escuchándola a ella, quien fue extremadamente gentil y cariñosa, especialmente tuvo un momento de complicidad con Patricia que siempre recordaremos. Un día de estos, intentaremos replicar el ají de gallina de Teresa de Gabaldoni, una amiga peruana de Doña Cecilia, quien le dio esta receta en Lima, cuando le permitía comunicarse por un aparato de radio aficionado con la familia en Medellín, en el año de 1953. Le estaremos contando a un amigo el resultado.

Difícil definir a una persona tan especial como Cecilia Faciolince con una sola palabra, lo he intentado en el título, porque siento que así resulta ella, imprescindible. Sirvan estas palabras, para enviar un abrazo a una familia ejemplar que no sería posible sin Cecilia, seguro hay tristeza y nostalgia, pero espero se compensen con la alegría de haber tenido en este mundo a una mujer extraordinaria, paz en su tumba, en nuestra memora siempre habrá un recuerdo contento por haberla conocido, una “alegre melancolía”, como ella escribió en su libro.

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Dixon Moya es diplomático colombiano de carrera, escritor por vocación, lleva un blog en el periódico colombiano El Espectador con sus apellidos literarios, en el cual escribe de todo un poco: http://blogs.elespectador.com/lineas-de-arena/  En Twitter a ratos trina como @dixonmedellin 

Cecilia Faciolince, imprescindible
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