jueves. 28.03.2024

La condición ideal del estudiante

"En caso que llegara a existir la reencarnación, luego de mi experiencia en Abu Dhabi, me gustaría reencarnar en emiratí, pues es un pueblo que ha logrado casi un milagro, mantener un estado de bienestar, ideal para su población"

Siempre he pensado que la mejor condición que pueda existir es la del joven estudiante, aprender nuevos conocimientos sin la preocupación de las responsabilidades de los adultos. Aunque con las injusticias e inequidades del mundo, sabemos que no todos los jóvenes tienen esa gran ventaja, e incluso muchos tienen que trabajar para financiar sus propios estudios, todo el reconocimiento para ellos. 

En caso que llegara a existir la reencarnación, luego de mi experiencia en Abu Dhabi, me gustaría reencarnar en emiratí, pues es un pueblo que ha logrado casi un milagro, mantener un estado de bienestar, ideal para su población. En el caso de los niños y jóvenes, sin distingo de sexo, tienen garantizada la educación y los que sepan aprovecharla, podrán especializarse en el extranjero, todo de cuenta del Estado. Por lo cual, no es extraño que muchachos y chicas del país vayan de cuenta del dinero oficial a las mejores universidades del mundo. La importancia de la educación, quizás el mejor legado del admirado Jeque Zayed, fundador y primer presidente del país.

Aunque según informaciones periodísticas, quizás nadie logre el estatus de la hija de un billonario de la India, quien se ha matriculado en una universidad de Escocia y el padre ha contratado un equipo de doce personas para que la acompañen, orienten y cuiden durante su estancia en el centro de estudios. Se trata de un gerente de la casa, tres amas de llaves, un jardinero, una doncella, un mayordomo, tres lacayos, un chef privado y un conductor del vehículo particular. De uno de estos trabajadores, solo se espera que le abra las ventanas a la niña, de manera puntual, lo máximo posible. 

Espero que la jovencita al menos sea buena estudiante y dedicada en sus responsabilidades, porque no puede pedir más comodidades. Así que puede que reconsidere mi deseo inicial y pida para una próxima vida ser hijo del mismo señor, o quizás aquel lacayo encargado de abrir las ventanas a la señorita. En todo caso, siempre será un placer volver a las aulas de estudio y tener la posibilidad de adquirir conocimientos. En general, uno no debería irse a la cama, sin haber aprendido algo nuevo cada día, esa debería ser norma obligatoria para la humanidad.

Quizás esto lo piense ahora, porque estoy dedicado a un curso intensivo de dos meses en mi carrera diplomática y me siento como aquel niño que fui en su pupitre de colegio, pero con muchas menos neuronas y más canas en la cabeza. De todas formas, siempre será un placer volver a estudiar, la mejor condición del ser humano. Aunque eso sí aclaro, no volvería a pasar por la primaria. Eso es para una sola vida.

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Dixon Moya es diplomático colombiano de carrera, escritor por vocación, lleva un blog en el periódico colombiano El Espectador con sus apellidos literarios, en el cual escribe de todo un poco: http://blogs.elespectador.com/lineas-de-arena/  En Twitter a ratos trina como @dixonmedellin 

La condición ideal del estudiante
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