miércoles. 24.04.2024

El día mundial de la lucha contra el cáncer

"Gracias a Dios y a la ciencia, mi esposa Patricia se recupera de la intervención, mientras comienza a recibir el tratamiento complementario de la mejor calidad y con calidez humana de la mano de un grupo de personas maravillosas"

El 4 de febrero se celebró el día mundial de la lucha contra el cáncer. Una fecha que todos consideramos importante, pero se nos convierte en íntima y familiar, cuando el cáncer se presenta y toca a nuestra puerta. Un día que mezcla sentimientos encontrados, pesar, tristeza, pero también el deseo de perseverar, no rendirse, una promesa de esperanza, al mismo tiempo.

El cáncer siempre ha existido, pero sólo en el último siglo se ha podido conocer más sobre la enfermedad y las formas de combatirla. La relevancia social del mal ha sido evidente desde la segunda mitad del siglo XX, pero parece que nos hemos acostumbrado a su presencia. Un mal cual espectro, que parece siempre asechar, no amerita los grandes titulares de prensa, como ocurre con las pandemias modernas como el VIH Sida o el Covid-19 que ahora nos afecta, mientras las otras vienen y van, el cáncer siempre está ahí y por ello, es que la lucha contra este enemigo, no puede detenerse.

Uno nunca está preparado para afrontar el cáncer. En noviembre pasado, a mi esposa Patricia se le detectó un tumor maligno en un ovario, el diagnóstico médico determinó que lo mejor era realizar una histerectomía (extracción del útero) y luego realizar sesiones de quimioterapia. En este momento, gracias a Dios y a la ciencia, Patricia se recupera de la intervención, mientras comienza a recibir el tratamiento complementario.

Sea el momento, para agradecer a un grupo de personas maravillosas, nuestro amigo y doctor Abdul Hamid Hussein (colombiano de origen palestino), el querido Steven Schuetz, un médico estadounidense que anda en Bolivia ayudando en estos tiempos de pandemia, así como todo el equipo del Dr. Darío Roque en el hospital Northwestern de Chicago -en la imagen superior-, el Dr. Patrick Eucalitto y funcionarias administrativas como Gloria Frank, Jessica Morrissey, Avani Singh, entre otros.

Gracias a todos ellos, Patricia ha recibido un tratamiento, no sólo médico de la mejor calidad, sino con calidez humana. De igual forma, resulta fundamental el apoyo de la familia y amigos en Colombia y en otros países que nos han arropado con sus oraciones y buenos deseos. Por todo ello y la valentía, fortaleza y ánimo permanente de mi esposa, estamos seguros que vamos a superar esta prueba.

Contamos con la fortuna, de recibir una atención médica, no solo de primera línea sino oportuna. Los pacientes de cáncer en el mundo, han sido de los más afectados por la pandemia del Covid-19, porque muchos procedimientos e incluso citas de diagnóstico, han sido cancelados o aplazados, porque la prioridad de los sistemas sanitarios son los pacientes de la pandemia.

"No hay que tenerle miedo y menos dejarse paralizar por esa realidad, hay que asumirla y atacarla con cabeza fría"

De esta experiencia con el cáncer, identifico como uno de los primeros problemas la dificultad para aceptarlo, incluso para nombrarlo. Cuando Patricia ya estaba diagnosticada, me costaba mucho decir que ella tenía cáncer, sólo pensarlo me asustaba y atribulaba, pero es un proceso por el cual hay que pasar. No hay que tenerle miedo y menos dejarse paralizar por esa realidad, hay que asumirla y atacarla con cabeza fría. El tiempo es clave, la detección temprana es garantía de éxito final, pero también el espíritu del paciente y su entorno.

El cáncer es una enfermedad social, afecta al paciente y en segundo plano también a su familia y grupo de allegados, se debe estar preparado para la enfermedad, pero también para los métodos para combatirla, que pueden ser tan agresivos como el mal, pero son necesarios. En esto, soy radical en el apoyo a la medicina moderna y su efectividad. Respeto a quienes creen en las medicinas alternativas y creo que bajo supervisión del médico tratante, pueden ser un complemento a los tratamientos convencionales, pero nunca reemplazarlos.

He visto casos cercanos de personas que han muerto, por ensayar remedios caseros, productos que se proclaman sanadores, cuando en el caso del cáncer, hay que acudir a la ciencia médica. Es igual que aquellos niegan las vacunas, con argumentos sin sentido, en una actitud incomprensible a estas horas del siglo XXI. Alguien podría imaginarse este mundo, si enfermedades como la poliomielitis, sarampión o varicela no hubieran sido derrotadas por las vacunas?

Perdonarán los lectores que realice estas afirmaciones categóricas, pero hay temas en los cuales hay que ser lo más claros posibles. En eso también consiste la lucha contra el cáncer. Invito a todos a colaborar de la forma que les sea más fácil en la lucha contra esta enfermedad, la mejor ayuda es que preserven su salud y estén atentos a cualquier señal, la detección a tiempo del cáncer es fundamental para comenzar a derrotarlo. Salud para todos.

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Dixon Moya es diplomático colombiano de carrera, escritor por vocación, lleva un blog en el periódico colombiano El Espectador con sus apellidos literarios, en el cual escribe de todo un poco: http://blogs.elespectador.com/lineas-de-arena/  En Twitter a ratos trina como @dixonmedellin

El día mundial de la lucha contra el cáncer
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