martes. 19.03.2024

Estrellarse con James Bond y sobrevivir para contarlo

"El hombre ni más ni menos era Pierce Brosnan, quien en esa época era mundialmente famoso por interpretar al agente británico James Bond, un tipo con licencia para matar"

En la vida me he encontrado dos veces con James Bond, mejor dicho, con dos actores que lo han encarnado. En este mismo espacio, he narrado una anécdota con el fallecido Roger Moore, con quien tuve el honor de mantener correspondencia, algunos de aquellos correos fueron publicados en su momento por una revista colombiana. Moore era mi ídolo de infancia y fue un señor encantador de gran corazón, gran embajador de UNICEF.

Hoy recordaré mi encuentro, que fue realmente encontronazo con otro de mis actores favoritos en la piel del 007, veintiún años más tarde de ocurrido. Corría el año de 1998 y mi buen amigo Gustavo Paredes, trabajaba en la Misión de Colombia ante Naciones Unidas en Nueva York, yo no conocía esa ciudad, así que aproveché unas vacaciones y fui a visitarlo. Las Torres Gemelas todavía existían y de hecho, recuerdo cuando fuimos a su mirador, que había una gran seguridad en el ingreso de los visitantes, incluso un guardia me preguntó si llevaba un cuchillo, cuando unas llaves hicieron sonar la alarma. Nos tomaron la foto obligatoria que se sabe no era para efectos del recuerdo del visitante, sino para los archivos de las agencias de seguridad.

Roger Moore -izquierda- junto a Pierce Brosnan.Ese viaje fue memorable porque uno tiene metido a Nueva York en la conciencia, una especie de recuerdo ajeno, forjado en gran parte por la memoria cinematográfica, tantas películas que se han filmado allí que uno pensaría que no es tan difícil toparse con alguna estrella del cine y por lo que voy a contar, pues parece que no.

Cruzábamos con mi amigo la mítica Quinta Avenida y Gustavo iba unos pasos adelante, por mi parte estaba medio embobado viendo los edificios alrededor, cuando tropecé con un hombre alto de cabello oscuro y lentes más oscuros que iba en sentido contrario, a quien pisé con toda mi humanidad.

Estaba en la mitad del convencional “sorry”, al reconocer a mi víctima, quien caminaba de manera rápida con una esbelta mujer rubia. Gustavo se había detenido tres pasos adelante, con una expresión que me hizo confirmar mi impresión. El hombre ni más ni menos era Pierce Brosnan, quien en esa época era mundialmente famoso por interpretar al agente británico James Bond, un tipo con licencia para matar, incluso a pisadores accidentales como yo. El momento, que realmente fue un instante, una escena de un par de segundos, en la cual uno no sabe si saludar, preguntar algo, volver a disculparse.

En esa época los teléfonos celulares solo servían para las llamadas, así que no había posibilidades de la ahora tan normal 'selfie' y menos en un cruce de semáforo. Así que para el señor Brosnan tuvo que ser un incómodo y fugaz incidente, pero para su atacante, uno de esos momentos especiales, que motivan incluso escribir una columna, veintiún años más tarde.

Al parecer, por aquellos días Brosnan estaba en Nueva York filmando la película 'The Thomas Crown Affair', una adaptación de la película clásica protagonizada por Steven McQueen. A Pierce Brosnan lo he admirado desde los días de la serie de televisión 'Remington Steel', que combinaba el género detectivesco con comedia romántica, en la cual Brosnan personificaba a un detective ficticio inventado por una investigadora (Stephanie Zimbalist), para darle más credibilidad a su agencia.

En cualquier caso, puedo atestiguar que se puede tropezar con James Bond y vivir para contarlo, algo así como 'Pisar y Dejar Vivir', los fanáticos de la saga me entenderán.

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Dixon Moya es diplomático colombiano de carrera, escritor por vocación, lleva un blog en el periódico colombiano El Espectador con sus apellidos literarios, en el cual escribe de todo un poco: http://blogs.elespectador.com/lineas-de-arena/  En Twitter a ratos trina como @dixonmedellin

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