martes. 19.03.2024

Monos, una experiencia de cine

“Se trata de una gran metáfora de la guerra, de cómo esa maquinaria insaciable cobra la inocencia de sus participantes, que pasan de ser unos seres disciplinados, enérgicos, preparados en lo físico, hasta llegar en algunos casos a ser criaturas monstruosas”

Me atrevo a decir que ‘Monos’ (2019), es mucho más que una película, es una experiencia cinematográfica y como toda experiencia, el espectador que se convierte en participante directopuede al final sentir una diversidad de sensaciones, gratas, negativas, atractivas, desagradables, o una mezcla de todas. En todo caso, tangibles, mucho más que una película de tercera dimensión. Una cinta que lo deja a uno pensando por un buen tiempo y no por unos minutos, después de la lista final de créditos.

El filme, dirigido por el realizador colombiano Alejandro Landes, no deja indiferente a nadie y cuando finaliza, uno queda sumergido en un mar de pensamientos, ignorando si podemos salir a la superficie a tomar algo de aire, como le ocurre a algún personaje de la misma película. Algunos podrán hacerlo y verán la película como un refrescante halito, otros se perderán en la vorágine del remolino y preferirán ahogarse.

La fotografía refleja, esos dos grandes contrastes del paisaje colombiano, tan diverso y único al mismo tiempo, el frío páramo, fuente de agua y vida, con un verde oscuro, un gris melancólico que se combate con el ejercicio o el alcohol y la selva tan espesa, con un verde esmeralda que puede ser claro, pero también pesado, al final absorbente.Pero este no es un documental colorido de la National Geographic, es la exploración al interior de los accidentes geográficos del ser humano.

La comparación con ‘Apocalypse Now’ (1979), del director Francis Ford Coppola es inevitable, al tratarse de dos películas que transitan lo peor del espíritu humano en medio de la guerra. Sin embargo, la película de Landes, no tiene un referente identificable, aunque se piense que la historia transcurre en Colombia, el director se ha cuidado de no caer en obviedades, la realidad descarnada de cualquier sitio con un conflicto bélico. Se habla de una “organización” con “enemigos”, en un país con jóvenes que ven la guerra como un juego y van descubriendo su terrible naturaleza a cada paso.

Se trata de una gran metáfora de la guerra, de cómo esa maquinaria insaciable cobra la inocencia de sus participantes, que pasan de ser unos seres disciplinados, enérgicos, preparados en lo físico, hasta llegar en algunos casos a ser criaturas monstruosas, sin asomo de consideraciones morales o éticas, sin conciencia de la importancia del otro, que puede ser uno mismo. Personajes con nombres únicos, con rasgos inolvidables.

Se podría pensar que por su temática, la película es muy violenta, pero Alejandro Landes tiene una especial habilidad para el disimulo, hay escenas fuertes, pero la violencia es más del alma que del cuerpo.

De hecho, el episodio mas sangriento no se da entre seres humanos, sino con una vaca lechera llamada Shakira. 

No entraré en detalles, pero el impacto viene de cuenta de las muecas de rostros bellos por naturaleza, que se ven horribles, de cuerpos gráciles que se convierten en tenebrosos tentáculos.

Desde el punto de vista de fotografía, hay escenas de una belleza insuperable y si algún día me encuentro con el director, aparte de felicitarlo, le preguntaría cómo diablos filmó la escena de la persecución en los rápidos de un río, tan majestuoso como terrible, pues a las claras, no hubo dobles, ni efectos especiales, y si los hubo, hay que quitarse el sombrero.

El que quiera ver ‘Monos’ que la vea y queda advertido, no entrará a una película convencional, se someterá a una experiencia cinematográfica. Está lejos de ser un espectáculo reluciente de la guerra, es como lo ha definido el gran escritor colombiano Héctor Abad Faciolince, un viaje a los infiernos que transcurre en el paraíso.

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Dixon Moya es diplomático colombiano de carrera, escritor por vocación y lleva un blog en el periódico colombiano El Espectador con sus apellidos literarios, en el cual escribe de todo un poco: http://blogs.elespectador.com/lineas-de-arena/  En Twitter a ratos trina como @dixonmedellin

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