viernes. 29.03.2024

Para los futuros diplomáticos colombianos

"En este momento están abiertas las convocatorias para los aspirantes a ingresar como funcionarios diplomáticos en la Cancillería colombiana, por lo cual intento contribuir a la divulgación de este concurso de méritos"
Exterior de la Academia Diplomática de Colombia. (Cedida)

En Colombia muchos ignoran que existe una carrera diplomática en nuestro país, imaginan que para trabajar en el Ministerio de Relaciones Exteriores, solo es necesario tener contactos políticos, sociales o familiares. Sin embargo, existe un concurso de méritos que se convoca anualmente, abierto a todos los profesionales colombianos que tengan vocación de ser diplomáticos, es decir, de servidores públicos en el plano internacional. Hoy quiero recomendar este camino, que puede resultar el más largo y difícil, pero por lo mismo, el más satisfactorio para quien decide recorrerlo.

Acabo de presentar unos exámenes de actualización en la querida Academia Diplomática en Bogotá, en donde tuve oportunidad de encontrarme nuevamente con directivos, profesores y los colegas y amigos, con quienes compartí la experiencia siempre refrescante de ser estudiante. He repetido hasta la saciedad en esta columna de opinión, que la de estudiante, es la condición ideal, incluso en adultos mayores como el suscrito, por darnos la oportunidad de aprender nuevos conocimientos. Sea el momento de renovar el abrazo para todos.

Dixon Moya, autor del texto, junto a estudiantes de la Academia Diplomática y el ex viceministro de Relaciones Exteriores colombiano Francisco Echeverry. (Cedida)Estando en la Academia, me enteré que en este momento están abiertas las convocatorias para los aspirantes a ingresar como funcionarios diplomáticos en la Cancillería colombiana, por lo cual intento contribuir a la divulgación de este concurso de méritos. Pretendo explicar de manera somera de qué se trata este concurso para los aspirantes a diplomáticos colombianos. Amable lector, si le he despertado el interés, toda la información puede encontrarla aquí.

Se trata de una convocatoria pública, descentralizada y democrática, pues pueden participar colombianos de cualquier ciudad, profesionales, sin importar su carrera, ya que en buena hora, se decidió imprimir a la carrera diplomática una mirada multidisciplinaria, no necesariamente desde profesiones cercanas a las relaciones internacionales, el derecho o las ciencias humanas, conozco diplomáticos destacados en medicina o arquitectura, para dar dos ejemplos. Tampoco hay límite de edad, aunque al ser una carrera de largo aliento, considero que resulta adecuada para los jóvenes profesionales.

El concurso se compone de una serie de pruebas académicas. No se pretende que el aspirante sea un experto en temas de política exterior, pero que sí demuestre una información básica en estos asuntos, así como un sincero interés en el servicio público. El aspirante debe ignorar las falsas concepciones sobre la diplomacia, como un escenario para recibir privilegios personales, pues los honores siempre son para los países no para los individuos. La carrera diplomática, debe estar integrada por profesionales, con conocimientos, bien preparados para defender los intereses de Colombia en el exterior.

La carrera diplomática es el mejor ejemplo de lo que decía el ex presidente Barack Obama: “Si usted camina por la ruta correcta y está dispuesto a seguir caminando, eventualmente progresará”

Si el aspirante pasa el concurso, ingresará durante un año de especialización a la Academia Diplomática, un esfuerzo de tiempo completo, en el que recibirá formación tanto en lo teórico como en la práctica, pues hay pasantías en diferentes oficinas del Ministerio de Relaciones Exteriores, para que el estudiante tenga una aproximación al trabajo real diplomático. Durante el año recibirá un auxilio económico mensual para que pueda sostenerse, pensando en aquellos estudiantes que vienen de ciudades diferentes a Bogotá o que no tengan suficientes recursos para mantenerse en el año de estudio.

Los mejores calificados en este curso, entrarán en un año de prueba al Ministerio y si son evaluados positivamente en su desempeño, ingresarán formalmente como funcionarios de carrera diplomática en la categoría de tercer secretario, si son perseverantes, aproximadamente 25 años más tarde, podrán aspirar a la categoría de embajador. Quizás ahora se entienda, cuando mencionaba en el primer párrafo que era el camino más largo, pero por lo mismo, por lo extraordinariamente diverso, el más satisfactorio.

Como consejo previo al aspirante, debe estar bien informado sobre los asuntos internacionales, por lo cual, es conveniente estar actualizado en estas informaciones. Aparte de los conocimientos y el interés, cualquier candidato a diplomático, debe tener una buena capacidad de adaptación a situaciones y lugares nuevos o diferentes, dispuestos a realizar sacrificios como dejar por momentos a la familia y lo que suele llamarse su “zona de confort”.

Espero que esta columna pueda servir como mensaje motivador. Me daría una gran satisfacción que un colega futuro, algún día me dijera que ingresó a la carrera diplomática porque encontró por casualidad este texto. Sería algo extraordinario. La carrera diplomática es el mejor ejemplo de lo que decía el ex presidente Barack Obama: “Si usted camina por la ruta correcta y está dispuesto a seguir caminando, eventualmente progresará”. La carrera diplomática es la mejor ruta. Lo aseguro.

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Dixon Moya es diplomático colombiano de carrera, escritor por vocación, lleva un blog en el periódico colombiano El Espectador con sus apellidos literarios, en el cual escribe de todo un poco: http://blogs.elespectador.com/lineas-de-arena/  En Twitter a ratos trina como @dixonmedellin

Para los futuros diplomáticos colombianos
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