martes. 19.03.2024

La paradoja sobre los ratones

La historia del querido Topo Gigio me recuerda la impresionante lista de ratones del mundo de la literatura y la fantasía, especialmente del mundo audiovisual, que nos han venido acompañando

Uno de los fallecimientos que pasó algo desapercibido a finales del año pasado, fue el de María Perego, creadora de Topo Gigio, un ratoncito de origen italiano, que era cantante, animador, humorista, bailarín todo un 'showmouse' para no decir 'showman', Topo Gigio en los años setenta, fue muy popular en América Latina, ignoro si en España, por la versión del programa que se realizaba en México. Pertenezco a la generación de niños que antes de ir a dormir repetíamos en coro: ¡A la camita! ¡A la camita!

María Perego se despidió de este mundo a los 95 años, había nacido en Venecia en 1923 y parte de su vida tuvo que ver con marionetas, además de ser artista de animación. En 1959 en compañía de su esposo trajo al mundo a este ratoncito, sobre el cual, al parecer se inspiró en otro roedor famoso, Mickey Mouse. El gran mérito de María Perego fue inventar una técnica, en la cual, los marionetistas vestidos completamente de negro se camuflaban en un fondo del mismo color, dando la impresión que el ratoncito podía moverse con completa libertad. 

La historia del querido Topo Gigio, me recuerda la impresionante lista de ratones del mundo de la literatura y la fantasía, especialmente del mundo audiovisual que nos han venido acompañando. Esa relación de roedores ficticios es tan extensa que solo mencionaré algunos de los más conocidos.

Desde el ratoncito Pérez, aquel que se lleva los dientes de los niños, el ratón Mickey, Stuart Little, Super Ratón, Speedy Gonzáles, Remy (el chef protagonista de Ratatouille), Jerry (el compañero del gato Tom), Bernardo y Bianca (famosa pareja de detectives) y muchos otros más.

Ahora bien, me parece que no hay mejor paradoja que esta. Si hay un animal que en su presentación real genera disgusto y hasta repulsión, es precisamente el ratón. Buena parte de los seres humanos, en alguna ocasión se han convertido en cazadores de ratones, por sentirse invadidos en su casa por estos animales. Una de las películas más divertidas de todos los tiempos, 'MouseHunt' (conocida en español como 'Un ratoncito duro de cazar' de 1997), relata precisamente la historia de dos personajes intentando eliminar un esquivo y astuto ratón.

Sin embargo, por otro lado, y de manera extraña, el mismo animal nos genera los mejores sentimientos, cuando entra en el mundo de la fantasía. Es una paradoja extraña pero bonita. No tengo idea por qué se produce, pero al mismo tiempo me agrada que suceda. Si algún amable lector o lectora, tiene alguna teoría al respecto, con gusto, estaré pendiente en el Twitter. 

Por lo demás, no dejen de alimentar a todos los ratones del mundo de la fantasía. Así como irse temprano a la camita, como recomendaba el entrañable Topo Gigio.

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Dixon Moya es diplomático colombiano de carrera, escritor por vocación, lleva un blog en el periódico colombiano El Espectador con sus apellidos literarios, en el cual escribe de todo un poco: http://blogs.elespectador.com/lineas-de-arena/  En Twitter a ratos trina como @dixonmedellin 

La paradoja sobre los ratones
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