jueves. 28.03.2024

La poinsettia, aporte diplomático para la Navidad

Dixon Moya tiene en su despacho una poinsettia con tres años: su larga duración asegura que se debe a los cuidados, mimos y a las manos prodigiosas de su esposa Patricia, que dan vida a todo lo que tocan

Si hay una planta que simboliza la Navidad en Estados Unidos es la poinsettia. Para quienes no la conocen, aparte de la imagen que ilustra esta nota, se trata de un pequeño arbusto de hojas cuyos colores son perfectos para la época navideña, verdes y rojos, las hojas que suelen ser grandes, tienen una textura muy especial, pues parecen una suave tela al tacto, aunque hay que tener cuidado al manipularla y especialmente para los padres, hay que evitar que los niños se lleven a la boca pues tiene una sustancia que puede resultar tóxica.

La poinsettia es una euphorbiacea, original de México y América Central y los indígenas la cultivaban como planta medicinal, en preparaciones especiales. La planta en Náhuatl, se denomina originalmente Cuetlaxochitl, que significa flor que crece en el suelo, aunque otras versiones afirman que se le conocía como flor de fuego, en Mesoamérica le denominan flor de Nochebuena, flor de Pascua y en algunos sitios de Suramérica, “corona de los Andes”. La asociación con la Navidad, proviene de una leyenda mexicana del siglo XVI que atribuye a una niña llamada Pepita o María, quien siendo muy pobre, celebró el nacimiento de Jesús con esta planta.

El nombre de poinsettia, proviene del apellido del botánico que la llevó a Estados Unidos, Joel Roberts Poinsett, diplomático estadounidense, quien fue el primer embajador de su país en México. Poinsett nació en 1779 en Charleston, Carolina del Sur, estudió medicina, aunque sus aficiones iban por los idiomas, el derecho y los asuntos militares. Realizó un viaje temprano a Europa, pero especialmente tuvo una fuerte relación con Rusia, en donde entabló amistad con el Zar Alejandro I, pudo conocer los territorios de cosacos y tártaros en un viaje no exento de peligros, llegando hasta Bakú, hoy capital de Azerbaiyán. Gracias a la amistad con Poinsett, el Zar Alejandro, declaró su intención de mejorar las relaciones entre Rusia y Estados Unidos, con la esperanza que Poinsett, fuera nombrado diplomático en Rusia.

Más allá de su gestión diplomática, Joel Roberts Poinsett ha pasado a la posteridad por descubrir en México una planta silvestre que lo deslumbró y que ahora adorna millones de hogares en Estados Unidos

Poinsett de regreso en Estados Unidos, efectivamente fue designado diplomático por el presidente James Madison, pero no en Rusia, sino en América del Sur, en concreto en Argentina y Chile, primero como enviado especial y luego como Cónsul General en Santiago, desde 1810 a 1814, en medio de la lucha por la independencia contra España, en la cual se involucró al máximo, uniéndose al ejército rebelde chileno, obteniendo el grado de General por parte del líder independentista José Miguel Carrera

De regreso en Estados Unidos, Poinsett se interesó por la política, fue elegido como congresista y siendo miembro del Comité de Asuntos Exteriores en 1820, impulsó las relaciones de su país y América Latina, fue nombrado primer embajador de Estados Unidos en México por el presidente James Monroe y durante su gestión, fue firmado el primer tratado de límites entre los dos países en 1828. Pero más allá de su gestión diplomática, Poinsett ha pasado a la posteridad, al descubrir en un viaje a Taxco de Alarcón, localidad al sur de Ciudad de México, una planta silvestre que lo deslumbró, pues siendo botánico amateur, envió varios ejemplares de la misma a su hacienda en Estados Unidos, en donde empezó a cultivarla. Se trata de la misma planta que ya para 1836 se denominaría poinsettia, en su honor, y que ahora adorna a millones de hogares en Estados Unidos, especialmente al final del año.

La poinsettia del despacho de Dixon en el Consulado General de Colombia en Chicago vive desde 2017 gracias a las mágicas manos de su esposa, Patricia. (Cedida)

La poinsettia se ha convertido en uno de los adornos y regalos más populares en época navideña, se cree que solo en Estados Unidos se venden más de 35 millones de estas pequeñas plantas y su popularidad crece alrededor del mundo. En Colombia, desde los años noventa y gracias a unos biólogos de la Universidad Nacional de Bogotá, se produce como producto agroindustrial. Es uno de los varios ejemplos, pues no es el único, en que la diplomacia le ha aportado a la cultura y economía del mundo.

Tengo una particular anécdota con la poinsettia, conservo en mi oficina, en el Consulado de Colombia en Chicago, un ejemplar que puede tratarse de un récord Guinnes, regalo de mi esposa Patricia, quien la adquirió en diciembre de 2017 y se ha mantenido hasta el momento, a pesar que se trata de una planta de estación que no suele durar más allá de unos meses, incluso de unas semanas. Aunque debo decir que no es casualidad que haya vivido tanto tiempo. La explicación se debe a los cuidados, mimos y a las manos prodigiosas de Patricia, que todo lo que tocan dan vida. A todos los lectores, aprovecho para desearles una feliz Navidad y un venturoso 2021, que resulte mejor año que el actual.

------------------------

Dixon Moya es diplomático colombiano de carrera, escritor por vocación, lleva un blog en el periódico colombiano El Espectador con sus apellidos literarios, en el cual escribe de todo un poco: http://blogs.elespectador.com/lineas-de-arena/  En Twitter a ratos trina como @dixonmedellin

La poinsettia, aporte diplomático para la Navidad
Comentarios