jueves. 28.03.2024

Cambiando hábitos

"Hacía tiempo que no disfrutaba tanto entre personas, sin alcohol, sin drogas, sin ningún estimulante, bueno, para ser sincera, hubo un poco más de azúcar de la cuenta y eso, aunque no lo parezca, se nota"
Montañas rocosas del emirato de Ras Al Khaimah. (Marta Pérez)

Hacía tiempo que no disfrutaba tanto entre personas, sin alcohol, sin drogas, sin ningún estimulante, bueno, para ser sincera, hubo un poco más de azúcar de la cuenta y eso, aunque no lo parezca, se nota. Cuando te deshabitúas de todo eso, puedes volver a experimentar la vida, puedes volver a reír a carcajadas de manera sencilla. Lo echaba de menos.

Es raro en nuestra cultura Occidental encontrar reuniones de ocio en las que no estén presentes estimulantes de algún tipo. Aún así, ha sido una sorpresa encontrarme con gente estos últimos meses por España que no consume alcohol en estos encuentros, quizá sea algo que estoy proyectando en mi vida. El alcohol, el resto de drogas, te hacen esclavo de ellas. Lo tengo comprobado; una vez que te habitúas al consumo, es difícil que puedas experimentar las mismas sensaciones de gozo, disfrute, atención, introspección, por ti solo; lo que hacen es modificar el mecanismo neuronal de nuestro cerebro -y no entraré aquí en más detalles porque es un tema que no manejo y que explican muy bien los especialistas-. Lo que sí diré es que a ver quién se anda ahora los dos kilómetros para hacer la compra cuando tienes un magnífico coche nuevo que aparcas en el supermercado cómoda y rápidamente. Pues como todo. Las drogas te llevan directamente al estado en el que deseas encontrarte y una vez te entregas al consumo, es difícil volver a atrás. Y así, vamos debilitando la manera natural de sonreír, de relacionarnos, de hacer planes.

Yo he estado ahí. Consumida por el consumo; solo era capaz de imaginar un “buen momento” junto a una copa. Y aún me pasa, quiero decir, que no es fácil, es muy duro, creo que es de valientes. Como dice Anthony de Mello “cuando renuncias a algo, quedas atado a esa cosa para siempre. Cuando luchas contra ella, le estás dando poder. La das tanto poder como el que usas para luchar con él”. No es la solución. “Comprende su verdadero valor y ella caerá de tus manos”. Y en eso estoy. Porque ¿no es eso en lo que nos encontramos todos? Para los que se lo pregunten, no estamos hablando aquí de cuántos has bebido, has fumado o has consumido, de si se le podía llamar “problema” o no, estamos hablando de por qué necesitas esos momentos, esa estimulación o esa relajación, qué te aporta y de evaluar si hay algo detrás o delante que estás intentando esquivar o evitar porque, entonces, eso es lo que se tiene que mirar para evolucionar.

En mi caso, he fumado más años de mi vida de los que he estado sin hacerlo, al igual que bebido alcohol y comido azúcar. Ahora, miro mis comportamientos a través de mi cuerpo interior, por qué lo hago. Qué me quita tranquilidad, qué me hace tomar esta salida y no la otra. Y, sin látigo esta vez, voy intentando actuar en línea con las decisiones que tomo. Y un día, sin más, después de 9 kilómetros de caminata entre rocas, subidas y bajadas, te encuentras con los maravillosos resultados de hacer lo que te dicta tu corazón.

Llevaba un par de días que no encontraba la frase para escribir, el artículo que crear. Y empezaba a notar las presiones mentales, el agobio. Mi juez interior dictando sentencia. Así que me he entregado a esta reflexión que tuve bajo la luna, entre personas de diferente nacionalidad, con otras lenguas y costumbres. Este mensaje ha sido lo mejor que he sacado del fin de semana. #detribu

------------------

Detribu.net

Instagram: @detribunet

Twitter: @detribu1

Pinterest: @detribu 

Facebook: @detribu

Youtube: Detribu

Atención: Ten en cuenta que este texto está escrito de acuerdo con las experiencias de vida de la fundadora de DETRIBU y con lo que ella ha conocido, puede haber diferentes visiones sobre un mismo tema dependiendo de las vivencias de las personas. Todas se respetan y se escuchan.

Cambiando hábitos
Comentarios