martes. 19.03.2024

Inversiones árabes en España

"Los inversores árabes presentan gran interés por España y la tienen en los primeros puestos de su ranking internacional de inversiones"

En los últimos años España se ha convertido en un importante foco de atracción de inversiones extranjeras, en concreto, es el primer destino dentro de la Unión Europea para el capital soberano de diferentes estados. Principalmente de fondos procedentes de Oriente Medio y de los países del Golfo. Aproximadamente, casi 5.000 millones de euros se han movido en operaciones en torno a empresas nacionales.

Los inversores árabes presentan gran interés por España y la tienen en los primeros puestos de su ranking internacional de inversiones. Las cifras desorbitadas que se mueven en estos mercados proceden fundamentalmente de los fondos soberanos. Es decir, de fondos de inversión gubernamentales –generalmente de países emergentes- de los que más de la mitad de su riqueza se basa en los beneficios de las exportaciones de petróleo y gas. Juegan, por tanto, con los beneficios que obtienen con las variaciones de los precios del barril del oro negro.

Son numerosos los ejemplos en los últimos tiempos. Las ambiciones de estos inversores, convertidos en dueños de grandes marcas y lugares emblemáticos en Europa, son su crecimiento dentro del sector energético,turístico e inmobiliario. Así, el fondo Qatari Diar, ya propietario de un complejo de yates en Tarragona, compró el famoso Hotel W de Barcelona. Del mismo modo, un fondo procedente del mismo país adquirió una participación importante en la Inmobiliaria Colonial.

Si nos centramos en el sector energético los movimientos de capitales procedentes de países del Golfo aumenta. Otro fondo soberano, en este caso de Abu Dhabi, adquirió Cepsa –la segunda petrolera española-. Otras marcas han seguido la misma suerte, la energética Iberdrola no ha podido escabullirse de este aumento de la presencia árabe en España y en el año 2013 fondos procedentes de Qatar Holding aumentaron su participación en la empresa con una inversión de 2.021 millones de euros.

Recogidos algunos de los múltiples ejemplos que sirven como marco para situar la influencia de los inversores de centros como Qatar, Dubai o Abu Dhabi es preciso concretar el porqué de su “pasión” por los negocios con empresas españolas. Está claro que la estabilidad política y social juega un papel fundamental, así como la seguridad que aporta la inclusión española en el marco de la Unión Europea.

A pesar de la coyuntura vivida en los últimos años, con una profunda crisis económica, España ha mantenido, en cierto nivel, su atracción como foco de inversión por sus precios moderados y por unas expectativas en las inversiones que ofrecen una rentabilidad a medio-largo plazo. Y en cualquier caso, la participación de estos fondos soberanos se ha centrado en empresas que, a pesar de un parón en el crecimiento de sus índices, son garantía de provecho en el futuro.

Dejando a un lado los rasgos más puramente económicos, las relaciones entre los países del Golfo y España son cordiales y están construidas sobre una base que busca el beneficio mutuo. Una figura relevante en este escenario es la Monarquía. Las acciones tanto de Juan Carlos I como del actual monarca Felipe VI, basadas en conversaciones y actos tanto en tierras españolas como del Golfo, buscan la construcción de puentes que faciliten el camino a los empresarios que quieren participar en los proyectos de modernización y cambio en ambos espacios del mundo. Gracias a la cercanía personal que el Rey de España presenta con las Familias Reales árabes los vínculos cada día son más sólidos.

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Ramsi Jazmati, director adjunto a la Presidencia del Instituto Choiseul de España.

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