martes. 19.03.2024

Movimiento Gülen, el lobby turco

"La iniciativa ciudadana con unos pilares meramente espirituales se ha demostrado mucho más poderoso que el de una simple ONG"

Desde su autoexilio impuesto en 1999 en Estados Unidos, el clérigo musulmán turco Fatulleh Gülen observa como la estabilidad política y social de su país de origen, Turquía, se tambalea por momentos. Muchos expertos atribuyen los cambios en el país de Próximo Oriente a una mano invisible, el movimiento Gülen, 'Hizmet' en el idioma turco , y cuyo significado es "el servicio". Cuenta con fieles seguidores –millones en Turquía y miles por el resto del mundo de las doctrinas del teólogo, basadas en el diálogo interreligioso y la tolerancia, el servicio cívico y la educación. Pero su papel como iniciativa ciudadana con unos pilares meramente espirituales se ha demostrado mucho más poderoso que el de una simple ONG.

Desde sus orígenes, la reivindicación de una doctrina educativa y un servicio cívico en todo el mundo ha sido fundamental. Rodeado de la ortodoxia islámica, Gülen ideó su propio plan de estudios para sus centros y cultivó un conocimiento de las ciencias modernas con una perspectiva actual y anclada al mundo en el que vivimos. La mayor parte de estas escuelas se encuentran en Estados Unidos, con la etiqueta de centros de alta calidad educativa, sobre todo a partir del año 2011, cuando el propio Fatulleh Gülen se opuso a los ataques del 11-S. 

Esta condena expresa del terrorismo y sus palabras que promueven la apertura democrática de las sociedades musulmanas, le posibilitó granjearse de importantes apoyos tanto dentro del país americano como fuera de él. Sin embargo, en los últimos años el movimiento desenfrenado que comenzó como una organización cívica, se ha transformado en una sociedad cuasi-política con influencias sobre diferentes sectores y capaz de hacer tambalear gobiernos como ha demostrado en Turquía. País donde se ha erigido como una fuerza política paralela al gobierno oficial y una amenaza para su partido, el AKP. A pesar de colaborar en el auge y el triunfo del Partido de la Justicia y el Desarrollo, liderado por Recep Tayyip Erdogan, mostrando las coincidencias entre los objetivos de ambos, el comienzo de las desavenencias entre el presidente y el movimiento se remontan al año 2011. Gülen decidió desvincularse del ejecutivo turco cuando éste optó por tomar un camino que le desviaba de sus principios democráticos.

A pesar de que el punto caliente de actuación del 'Hizmet' se encuentra en Turquía, sus pasos en otros centros neurálgicos del planeta también se encuentran en entredicho. En Alemania, por ejemplo, la discordia está más concentrada en la integración del pueblo turco-musulmán. La falta de estabilidad de este colectivo dentro de la sociedad alemana ha dificultado que el movimiento Gülen eche raíces, demostrando que en el país europeo, la organización supuestamente secular tiene mucha más relación con cuestiones religiosas. Sus programas en centros interculturales que buscan la conciliación turco-alemana no han resultado muy eficientes, ya que en la realidad aíslan a la comunidad musulmana imponiendo la cultura turca. Además han surgido voces disidentes contra la organización que afirman que la tolerancia que predica para el exterior no la mantiene dentro de su estructura.

Del mismo modo, su influencia educativa ejercida a través de los centros enclavados en Estados Unidos, no se encuentra en su mejor momento. Las acusaciones contra su modo de proceder en los procesos de selección o su giro en cuestiones religiosas con la predicación de particulares creencias islámicas y la lengua y cultura turca, están dejando mella. Un supuesto cambio religioso que se enfrenta con su misión centrada en la promoción de la convivencia y la globalización. Dudas que circulan alrededor de sus objetivos educativos y que no contentan ni a los musulmanes más progresistas, ni a los ortodoxos en el corazón del Islam, ya que sus escuelas han sido prohibidas en Arabia Saudí o Egipto. Lo que queda para la especulación es ¿qué papel juega realmente Gülen en este viraje de sus actuaciones?, o ¿son simplemente voces críticas con el movimiento 'Hizmet' las que quieren desprestigiar su imagen? Todo un entramado social y político que actualmente no se encuentra en sus momentos más álgidos.

Movimiento Gülen, el lobby turco
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