viernes. 29.03.2024

Soy una 'sell-aholic'

"Se trata de obtener ingresos extra vendiendo lo que sobra en casa y no de fundirme los ahorros"

Soy una sell-aholic o como se diga, que acabo de descubrir wallapop y estoy enganchada a vender. A vender, y a ir por la casa con el móvil en función cámara fotografiando todo lo que me parece vendible –y hasta lo que no-. A vaciar el armario cada dos días por si me he dejado algo y a hacer análisis de mercado estudiando en la web prendas u objetos similares que se han vendido y a qué precios.

El primer día tuve la suerte del principiante. Colgué una mesa supletoria baja del salón que no me terminaba de convencer y unos vaqueros de chico procedentes de un bolsón de basura de los de tamaño Comunidad que un amigo pensaba tirar cuando se mudó de casa. Como una trapera. Que los vecinos me miraban raro en la calle. Esa misma tarde, mientras un señor de Aranjuez cargaba en su coche la mesa, un chico de Guadalix se intentaba probar in situ los pantalones.

Subí a casa con 80 euros en metálico y se despertó en mí el monstruo del espíritu comercial. Voy más allá. Decido pasar de las blusas de Zara y los zapatos de Mango y vender mantelerías, juegos de café, enciclopedias, vajillas… ¡y cuadros!

Con tal de no tener que bajar al trastero y desempolvar el black&decker para colgarlos después del cambio de aire que le di al salón el año pasado… Me quedo con tres obras que pueden subir de precio en un futuro después de googlear a los autores cual especuladora de arte profesional-, los guardo debajo de la cama y fotografío los demás.

Qué fácil es esto. En tres segundos y cuatro movimientos de pulgar mis cosas aparecen flotando en la web como por arte de magia. Navego un rato –sin ánimo de comprar, cuidado- y descubro que el libro Celia en la Revolución se vende a 500 euros. Los nervios que experimento mientras lo busco en la balda “joyas del pasado” de la estantería del cuarto de estar son de lexatín y medio. ¡Lo tengo! Resulta que a los pocos días de ponerse en venta en el año 1987 se retiró de las librerías por mandato de los herederos de Elena Fortún -o culebrón similar- y es una pieza única.

Me meto en la cama con una leve sombra entre ceja y ceja… ¿Tendré que declarar a Hacienda los 15 euros que me dieron ayer por una americana de H&M del año pasado? Que yo soy muy legal… y esas cosas me quitan el sueño.

Me he vuelto más lista y ahorrativa. Ahora, cuando veo algo que me gusta en una tienda, lo busco en wallapop por si alguien se la ha comprado, ya se ha arrepentido y lo vende a mitad de precio. Alguna cosa he encontrado. Pero ahí me controlo, eh. Que se trata de obtener ingresos extra y no de fundirme los ahorros.

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Soy una 'sell-aholic'
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