jueves. 25.04.2024

Emiratos, zona de confort

Quien se haya adentrado alguna vez en temas de ‘coaching’ habrá oído hablar de la zona de confort. Ya saben ese espacio personal donde nos movemos, controlamos y sabemos estar. Un lugar de tranquilidad sin riesgo donde estamos cómodos. Obviamente no todas las zonas de confort son iguales, ni todos tenemos los mismos patrones para conocerla.

Más allá de la zona de confort está la denominada zona de pánico, aunque yo prefiero llamarla de conflicto. Allí donde tenemos un control más remoto de la situación o incluso desconocemos cómo actuar. La transición de una a otro es mediante el aprendizaje y la experiencia. Para muchos de los que hemos vivido, o viven, en Emiratos, en un primer momento, esta fue una zona de conflicto. Desconocíamos cómo actuar, desconocíamos qué hacer e incluso cómo hablar en según que situaciones. Un mundo muy diferente a nuestro mundo más occidental.

Con los meses, o hasta con los años, convertimos ese espacio de conflicto en un espacio más bien de confort. El conocimiento de la cultura, y cómo no, el aprendizaje de las formas generales de actuación del país ofrecían esa tranquilidad. Pero curiosamente un país como Emiratos Árabes Unidos, por su referencia como puente de culturas, permite o podría permitir a muchos de nosotros dar un nuevo salto a una zona de conflicto. Afrontar nuevos retos.

Algunos emprendedores en Emiratos han usado el trampolín de su nueva zona de confort como impulso para nuevas actividades en Asia o incluso África. Otros han preferido estabilizarse en esta nueva zona de confort para tranquilamente vivir sus días. Y ves aquí lo que todos deberíamos pensar. Somos unos privilegiados habiendo conseguido estabilizar una zona de confort en un país tan diferente al nuestro. Quizás, con fuerzas, podríamos dar un salto y, aunque suene aventurado, buscar una nueva zona de conflicto para con nuestro aprendizaje conseguir nuevos retos.

Siempre hemos de pensar que Emiratos es sobre todo un país trampolín, un puente entre culturas. Para muchos un país donde disfrutar de una zona de confort es relativamente sencillo. Quizás, pero, con los aprendizajes y capacidades obtenidos deberíamos pensar en ir más allá. Algunos emprendedores españoles y latinoamericanos ya han usado el país para impulsar nuevos retos en Asia y Africa. Sería bueno que ese riesgo fuera interiorizado todavía más para poder disfrutar de nuevos retos en el futuro. El mundo no se acaba en Emiratos, por suerte la zona de confort tampoco.

Emiratos, zona de confort
Comentarios