viernes. 19.04.2024

Año 2130

La columnista de EL CORREO Proída narra esta semana una historia basada en el futuro, donde una guerra mundial es la protagonista de la historia
Día lluvioso en el centro de Dubai. (EL CORREO)

Algunas lágrimas se me asoman a los ojos. Un poco antes, mi madre ha estado llorando, pero ahora está sentada, consolándome.

-Debió de ser una muerte rápida,- dice acariciándome. Te preguntas por qué lloro, o quién murió… -Ahora rompe a llorar otra vez- . Verás, es que esta mañana cayó una bomba en el jardín de la casa que está… en frente de la nuestra…

Nosotros -mi madre, yo y mi perro Toby, no estábamos, pero la bomba se llevó la vida de algunos vecinos…Y la de mi padre… Cuando volvimos, todo estaba en llamas. Nada sobrevivió.

El metro para, y Toby me mira con disgusto.

-Venga, que quizás consigamos llegar a un barco,- dice mamá mientras se limpia las lágrimas y se levanta, tirando de mí. Yo cojo la correa de Tobi y la sigo, sin poder aún digerir las noticias. Noto el miedo de la gente que me rodea. Todos quieren irse de aquí. Dubai no es lo que era hace tan sólo unas horas.

-¡Izan!,- llama mi madre con miedo. Miro arriba y veo lo que todos empiezan a ver. ¡Un avión de guerra! Las calles se llenan de gritos, y acto seguido ¡BUM! Una bomba. Mamá me agarra de la mano y corremos hacia el puerto. Toby ladra pero no puedo oír sus ladridos, que son apagados por los gritos de la gente.

Mamá nos lleva hacia un barco azul, y un hombre la saluda.

-¡Subid!,- grita. Subimos por la rampa y el marinero enciende el motor. En poco tiempo, Dubai se aleja rápidamente. Por tercera vez hoy, mis ojos se llenan de lágrimas que borran todo a mi alrededor y un nudo en la garganta me ahoga.

-Decías que no habría guerra en Dubai,- murmuro.

-Esta es una guerra mundial, Izan,- me dice mamá, una mano sobre mi hombro.

-¿A dónde iremos?,- yo pregunto.

-Ya verás. Al lugar más seguro en la tierra,- mamá me abraza antes de irse a hablar con el marinero en voz baja.

Ya es de noche, y estoy tumbado en la cama de uno de los cuartos que hay en el barco. No puedo dormir. Toby tampoco. Le dejo subirse en mi cama, y mientras le acaricio su pelaje rubio, pienso a dónde iremos, ya que esto es una guerra mundial, y en todos lados hay gente muerta de miedo, preguntándose dónde caerá la siguiente bomba.

Unos ruidos me sobresaltan, y me doy cuenta de que el barco se está hundiendo. Toby y yo salimos corriendo del cuarto hacia la timonera interior, donde están el marinero y mamá.

-¿Qué está pasando?,- pregunto.

-No es nada. Solo vamos a Metrópolis,- ella dice.

-¿Metro…que?

-Metrópolis. La ciudad de agua, y la única que no participa en la guerra.- Mamá explica.

-Ya llegamos, dice el marinero. Me doy cuenta de que el barco ya no es un barco, sino un submarino. Va hundiéndose, el agua más y más oscura. Las criaturas se vuelven raras. Pronto, estamos en una zona tan profunda, que lo único que se ve son las luces del submarino.

-Delta esta aquí. Por favor abrir compuertas y encender las luces,- dice el marinero por radio. Una explosión de luz, y mi boca se abre involuntariamente. Es una ciudad, recubierta con lo que parece una campana de vidrio. Puedo ver a gente mirándonos, y saliendo de las diminutas casas para ver quiénes acaban de llegar.

-Bienvenidos a Metrópolis,- dice el marinero.

CONTINUARA…

Por Proída

Año 2130
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