jueves. 28.03.2024

Los acuerdos entre México y el Golfo

"En un informe hecho por el gobierno de México luego de la visita del Presidente Peña Nieto a la región del Golfo, se reconoció que los países árabes ofrecen un enorme potencial económico y de cooperación”
El presidente de México durante su visita a Dubai. (EL CORREO)

Hace un par de semanas, en el marco de la Semana Árabe en México, el embajador de Kuwait, Sameeh Essa Johar Hayat, pidió al Senado mexicano agilizar la aprobación de los casi 50 acuerdos de cooperación y memorándums de entendimiento que el Presidente Enrique Peña Nieto firmó a inicios de 2016 con Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait y Qatar.

Dichos instrumentos internacionales buscan fomentar el acercamiento político, facilitar la atracción de inversiones, expandir los lazos económicos y favorecer el crecimiento, la productividad y prosperidad en México y los países de la Península arábiga.

El diplomático kuwaití enfatizó en que el papel del Senado mexicano es clave en la aprobación de esos acuerdos, “porque los marcos legales son muy importantes para tener buenos resultados y reforzar las relaciones bilaterales”.

También expresó que es del interés del Consejo de Embajadores Árabes que los gobiernos de cada país realicen negocios, pues “las reformas estructurales aprobadas en México van a abrir las puertas de par en par para el mundo árabe, sobre todo en las inversiones”.

La gira del Presidente Peña Nieto a los países árabes fue calificada de “histórica” para la política exterior mexicana: fue la primera visita de Estado de un mandatario de México a Emiratos Árabes Unidos y a Qatar desde el establecimiento de relaciones diplomáticas en 1975, mientras que las visitas a Arabia Saudita y Kuwait se dieron tras más de 40 años.

En un informe hecho por el gobierno de México luego de esta visita, se reconoció que los países árabes “ofrecen un enorme potencial económico y de cooperación” porque cuentan con una población de casi 50 millones de personas; producen un tercio del petróleo mundial; reúnen el 65 por ciento de las reservas petroleras y el 40 por ciento de las reservas de gas natural del mundo.

La gira presidencial cumplió con las expectativas trazadas por el gobierno: se promovió a México como un país de nuevas oportunidades para la inversión, se fomentaron las relaciones políticas, el turismo, se proyectó la cultura mexicana y sus valores y se abrieron nuevos horizontes en el sector energético.

El mandatario mexicano y su comitiva realizaron las gestiones necesarias para multiplicar los intercambios comerciales, las inversiones productivas y el fortalecimiento de la cooperación educativa, científica y tecnológica.

Hoy ese esfuerzo está incompleto, los acuerdos de cooperación esperan la aprobación del Senado de la República, órgano del Congreso mexicano que entre sus facultades legales tiene “aprobar los tratados internacionales y convenciones diplomáticas que el Ejecutivo Federal suscriba”.

La diplomacia parlamentaria constituye un complemento de la diplomacia gubernamental, es una herramienta valiosa para acercar a los pueblos y promover la cooperación en áreas como la cultural, la economía, el comercio, la educación.

De este lado del Golfo, la mayoría de la población percibe lejanas las relaciones de México con los países del Medio Oriente. Por eso la tarea de los parlamentarios y autoridades de gobierno es concretar las relaciones bilaterales y hacer tangibles para los ciudadanos los beneficios que traerán consigo los acuerdos firmados en enero pasado por el Presidente Peña Nieto. 

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