martes. 19.03.2024

¿Liderar en femenino?

"Según el mapa del emprendimiento, presentado en South Summit 2019, en Latinoamérica el porcentaje de mujeres emprendedoras es más alto que en España"

Mientras conseguimos una sociedad igualitaria, debemos luchar por asegurar que hombres y mujeres tengan los mismos derechos en el mundo laboral y, también, que acceden a los puestos directivos sin distinción de sexo. Estoy segura de que el mundo empresarial necesita líderes de ambos sexos, porque la sociedad está formada por hombres y mujeres. Nunca he estado de acuerdo en las cuotas por sexo, sino por capacidades, sin distinción. En la cima del liderazgo deben estar los mejores preparados, sean hombres o mujeres. Han existido siempre hombres tontos y mujeres tontas, y hombres listos y mujeres listas. Lo que exijo siempre es la objetividad en la elección del cargo y no el condicionante de ser hombre o mujer.

Según el mapa del emprendimiento, presentado en South Summit 2019, en Latinoamérica el porcentaje de mujeres emprendedoras es más alto que en España: el 26 por ciento frente al 19 por ciento. Solo uno de cada cinco emprendedores es una mujer. Y choca este dato no solo por la desigualdad, sino también porque mientras los hombres que deciden emprender en solitario son solo un 26 por ciento, las mujeres arriesgan más: se lanzan solas el 62 por ciento.

En este mismo informe se ve que hay muchos equipos empresariales formados por cuatro o más fundadores masculinos, pero que los equipos totalmente femeninos no existen. Llamadme simple, pero deduzco dos cosas: que las mujeres están actuando de manera más valiente e inclusiva.

Sin embargo, las injusticias persisten; de ahí que la OCDE alerte de que la probabilidad de que una startup reciba financiación es un 10 por ciento superior si está fundada íntegramente por hombres.

Ojalá acabemos pronto con estos estereotipos que llevan a la gente a preferir que los opere un cirujano a una cirujana, a que los gobierne un presidente, en vez de una presidenta, o a viajar en un avión con un piloto a los mandos en lugar de una piloto (o pilota). Conseguirlo es tarea de todos en nuestro ámbito personal, familiar, social y, por supuesto, empresarial.

Para ello, creo que eso que se llama "liderar en femenino" –esto es, ejercer un liderazgo emocional, aunque sea también de hombres– debe regir en todas las empresas y tanto en líderes hombres como en líderes mujeres. Y esto debe ser así porque liderar no es otra cosa que lograr que todo el equipo unido avance en la misma dirección para la consecución de los objetivos empresariales. Y para eso se necesita…

Liderazgo orientado hacia las personas. Un o una líder emocional tiene en cuenta las necesidades de su equipo, tanto las profesionales como las personales. Es empático con las emociones de sus colaboradores y trabaja para alcanzar el bienestar de las personas. Su liderazgo está fundamentado en valores humanos.

Disponibilidad para la cooperación. La humildad del líder o de la líder es esencial para poder escuchar, pedir, rectificar, apoyar, reconocer los propios errores y dejarse ayudar. Además, un líder emocional sabe valorar a los otros y felicitarlos por su trabajo.

Potenciación de los aspectos emocionales. El líder o la líder que sabe gestionar sus emociones y analizar las de los demás busca que todos puedan expresarse, que se sientan valorados y que soliciten ayuda cuando lo consideren necesario. Mediante políticas adaptadas, cursos para gestionar emociones y programas de mentoring, se logra incrementar la seguridad en uno mismo, lo que conducirá a forjar equipos cohesionados, con deseos de innovar, creativos, flexibles, sin temor a los cambios y con una autoestima saludable.

http://www.ieieamerica.com/

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