jueves. 28.03.2024

Españolas en Qatar, el grupo

"¡Qué bien lo pasé! Conocí a las chicas que dirigen el grupo, charlé con otras que me presentaron y el ambiente fue de lo más animado. Me pregunté por qué no hago este tipo de cosas más a menudo"

Hace tiempo que lo sigo, el grupo de Españolas en Qatar. Me gusta la información que comparten. Nos mantienen al día sobre la actualidad de la zona, nos actualizan sobre actos y eventos del país y nos entretienen con algunas entradas divertidas. En ocasiones han compartido algunos de mis artículos en EL GOLFO, añadiendo, incluso, comentarios de lo más agradables. Por cierto, gracias, chicas.

No he asistido a ningún encuentro. Suelen ser citas interesantes a tenor de las convocatorias y por las fotos que después comparten. Pero la mayoría de eventos tienen lugar en horas de trabajo. Sí, lo confieso, muchas veces he envidiado a las mujeres que no tienen un empleo aquí. Gestionan sus hogares, cuidan de sus hijos, soportan el desierto igual que nosotras, pero no tienen un empleo fuera de casa. Y sí, en ocasiones he deseado no tener que fichar a diario. Una vez compartía esta pelusilla mía con una amiga y me sorprendió mucho su respuesta. Ella vive aquí con su marido. Me dijo que disfruta de mucho tiempo libre. Cada día descansa y lleva a cabo sus rutinas, pero que en el fondo le dábamos envidia nosotras. Que en nuestros trabajos estamos entretenidas, que crecemos, conocemos gente y vivimos de otra manera este país. Como siempre, parece que solemos anhelar lo que no tenemos. Yo insisto, me dan envidia.

¡Ay! Que me desvío del tema... voy a seguir con mis Españolas en Qatar. Hace unos días convocaron un encuentro. Un jueves por la tarde, después de trabajar. Pintaba bien y era abierto, invitando también a los chicos y a no socias del grupo. Hace mucho tiempo que no asisto a eventos de españoles y por alguna razón me apetecía ir. Lo compartí con mis dos amigas y ninguna podía asistir. ¿Ir sola...? No me decidía. Últimamente me siento socialmente perezosa. ¡Pero quería ir! Llegó el jueves y fui a la oficina sin saber si volvería a casa después o me animaría a asistir.

La respuesta llegó con un mensaje de facebook. Virginia, la responsable de comunicación del grupo, me escribió para preguntarme si participaría y que tenía ganas de conocerme personalmente. Además, insistió en que le gustaba mi columna. Ahí estaba la respuesta, bien clarita.

¡Qué bien lo pasé! Conocí a las chicas que dirigen el grupo, charlé con otras que me presentaron y el ambiente fue de lo más animado. Me pregunté por qué no hago este tipo de cosas más a menudo. Aunque fui sin conocer a nadie, todos me lo pusieron muy fácil para tener una buena noche.

Acostumbrada en el pasado a encontrar caras conocidas y saludar a otros españoles, solo vi a al amigo de un amigo. Creo que yo antes era más popular. La verdad es que llevo un tiempo muy dedicada a mí y poco sociable. A ello se une la alta rotación de personas en estos destinos. No obstante, me gustó la gente que conocí esa noche.

Una anécdota, vi al americano. Allí estaba, tomando algo con dos compañeros de trabajo. Me saludó un poco desconcertado y me presentó a sus dos amigos. En su línea, un poco soso. Ni dos besos me dio (¡americanos!). Pero luego se me pasó la indignación porque vino a la zona de españoles a verme y estuvimos charlando un rato.

En resumen, que después de años intentándolo, asistí a un evento de Españolas en Qatar. Me gustaron las chicas. Me divertí con la gente. El núcleo de este grupo me pareció muy interesante. Tanto, que he decidido asociarme. Y gracias especialmente a Virginia, por llevarme de la mano esa noche, por seguir mis escritos y por ser tan rebonica

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