jueves. 28.03.2024

La morriña y la modorra

"La modorra es estar vago, perezoso, hecho pedazos; la morriña es echar de menos, pero en precioso"
Mujeres gallegas por el campo

Como diría mi abuela, "ya semos en 2016" – año en el que deberíamos andar por ahí en tablas que flotan sobre el suelo, año en el que Europa ya no será igual que antes según una señora macedonia muy mayor (tan mayor que está fiambre, dejar claro que hablo de una persona y no de una copa con frutas variadas y trozos de jamón cocido).

Y con el año nuevo, llegan los propósitos nuevos. Yo he escogido tres (porque si me echo más propósitos al saco no llego a finales de enero): aclarar la diferencia entre los términos "morriña" y "modorra", comer más verdura y buscar el Santo Grial y empeñarlo en un "Compro Oro" para guardar pasta para cuando me quede en paro. He decidido empezar por lo difícil y terminar por lo fácil. En este artículo voy a aclarar lo de "morriña/modorra".

No, no me he equivocado. ¿Comer verduras? Lo tengo controlado. ¿Encontrar el Santo Grial? Instrucciones en la película de Monty Python. ¿Convencer de algo a tanta gente junta de golpe sin robarles pasta o manipularlos vivos? ESO. Eso es difícil de narices.

Pero es mi objetivo. Como gallega de nacimiento y andaluza de adopción, estoy más que cansada de escuchar que alguien tiene mucha "morriña" y no va a ir al cine por eso. Me veo en la obligación vital de aclarar eso, porque como vuelva a escucharlo mal, no respondo – yo lanzo un puñetazo al aire y malo será que dé en los dientes de alguien.

Dicho esto, comienzo con mi clase magistral de esta semana. Empezaré por "modorra". La modorra es pereza. Como la que te entra cada vez que vuelves al soleado sur desde el lluvioso norte y resulta que, por casualidades del destino, está lloviendo abajo. No te da pereza volver porque haga mal tiempo abajo también, no. Te da pereza porque sabes que te vas a encontrar de bruces con alguien, esa persona que te ve y saca su vena cómica, se la raja y te suelta toda su graciosa sangre en tu cara cuando te dice: "NO VE IA, YA TE HAS TRAÍO EL MAL TIEMPO P’ABAJO". Jamás. Nunca jamás había escuchado esa broma, señor gracioso. Nunca en mi preciosa (me he contenido aquí) vida.

La "morriña" es eso que te hace no reírte cuando Don Cómico te suelta el chiste en la cafetería cuando acabas de volver. Es la tristeza alegre. Es estar en una playa idílica, con petados sirviéndote cocktails y bombones cada dos minutos, y soñar con estar bajo la lluvia, respirando el aire frío con olor a mar. Es querer estar en medio de una tempestad continua que hace que cualquier local cerrado sea un refugio cuqui y que tu casa, por humilde que sea, parezca un palacio.

En resumen, queridos amigos: la modorra es estar vago, perezoso, hecho pedazos. La morriña es echar de menos, pero en precioso.

--------

 

La morriña y la modorra
Comentarios