martes. 19.03.2024

Elogio a la Embajada de España en Emiratos Árabes

Frente al coronavirus, ahí ha estado y sigue estando. Y no es fácil teniendo presente que hoy el mundo se halla intransitable, con caminos devastados y rutas bloqueadas

El Covid 19 está generando una enorme tela de araña en el planeta. No son sólo contagios, enfermos, cuarentenas, cierres de fronteras, suspensión de vuelos, hospitales masificados… Este maldito virus afecta a cada hogar, a cada familia, a cada persona. Y si ese hogar -aunque sea temporal-, esa familia y esa persona se encuentran fuera del país de cada uno, la situación se complica. Quienes les ayudan –quienes nos ayudan- son los héroes en estos tiempos del coronavirus.

Los mensajes de gratitud dirigidos a los profesionales del sector sanitario se han multiplicado por todo el mundo. Incluso el Burj Khalifa, edificio más alto del planeta, mostró en Dubai la bandera de España y un enorme gracias –casi de un kilómetro- a médicos, enfermeros, auxiliares… Son nuestros héroes. El vídeo con el Burj Khalifa iluminado causó furor en las redes. Según he visto, lleva un millón muy largo de visualizaciones en Twitter. No es para menos.

He avanzado sobre esta idea y estoy convencido de que existen otros profesionales que también merecen un agradecimiento aún no verbalizado. O peor. Puede incluso, supongo que llevados por la tensión del momento, que haya quienes descarguen su frustración sobre ellos. Y no es justo. Porque los diplomáticos se están portando como unos verdaderos campeones. Ante ellos hay que quitarse el sombrero, inclinar la cabeza y pronunciar un sincero ¡chapó!, interjección que en castellano empleamos para expresar admiración por quienes son todo un ejemplo de profesionalidad. Soy consciente de que puede haber quejas justificadas que se plantean ante consulados o embajadas. Igual que las hay sobre clínicas y hospitales. Pero eso no quita que la labor que llevan a cabo sea ‘cum laude’.

"La Embajada de España ha informado en todo momento de la situación, alertado del cierre de fronteras y suspensión de vuelos y ha buscado alternativas para regresar a la Península a los no residentes que se quedaron en Emiratos Árabes"

Especialmente conozco el trabajo que desarrollan en la Embajada de España en Abu Dhabi, capital de Emiratos Árabes Unidos (EAU), desde que comenzó esta crisis. Y puedo decir que se están dejando el pellejo. Es la realidad. Sus responsables informaron en todo momento de la situación, con especial intensidad una vez explotó la crisis en España y, posteriormente, en la región del Golfo. Transmitieron las medidas a adoptar. Avisaron a los españoles no residentes para que regresaran a la Península cuando se supo que se iban a cerrar fronteras y suspender vuelos. Y a quienes, por diversas circunstancias, se quedaron en EAU les buscaron vuelos alternativos en distintas aerolíneas europeas y otras opciones de traslado como determinadas plazas en aviones militares españoles.

Mucho interés y dedicación han puesto en atender casos de fuerza mayor, de enfermedad ya sea propia o de familiares, en habilitar una salida a españoles que por alguna razón han necesitado con urgencia volver a España. Ahí han estado y siguen estando. Y no es fácil teniendo presente que hoy el mundo se halla intransitable, con caminos devastados y rutas bloqueadas. Por ello hay que dar las gracias a todos quienes integran la Embajada de España en Emiratos. Y creo que este periódico, EL CORREO DEL GOLFO, que tanta implicación tiene con los españoles e hispanoparlantes en esta parte de la Tierra, está obligado a decirlo con voz alta y clara.

Ahora se inicia otra etapa. Porque el Covid 19, además, se encuentra destruyendo empleos y provocando situaciones económicas muy complicadas a ciudadanos y empresas. Despidos. Personas que, aun siendo residentes y estando en situación legal, se ven de pronto sin recursos fuera de su país. Y ellos también quieren regresar. Quieren reunirse con sus familias. Afrontar estas duras circunstancias en el calor de su hogar. Ante ello es necesario tener paciencia. Aguardar unos días hasta que se vayan levantando las restricciones. No es fácil, pero hay que hacerlo así. Entre otras razones porque en este momento quienes más podemos aportar, con el objetivo de que todo se resuelva lo antes posible, somos los propios residentes. La clave se encuentra en respetar las medidas con calma y tranquilidad para impedir que el coronavirus continúe dejando una trágica estela. Eso, de verdad, lo tenemos en nuestras manos y estamos obligados a ser conscientes de ello.

“Sinceramente pienso que la mejor vacuna contra el Covid 19 es encarar cada día con optimismo”

Sobra el miedo. Si estamos bien, sólo afectados por una situación universal, hay que esperar. Sinceramente pienso que la mejor vacuna contra el Covid 19 es encarar cada día con optimismo aunque no podamos salir de casa ni siquiera para comprar una docena de huevos. Son asuntos secundarios. Y créanme que sé de lo que escribo porque este enorme lío me ha sorprendido en Colombia, donde llevo 24 días enclaustrado, en cuarentena, y sin que, al menos de momento, tenga posibilidad de regresar. Mi mujer se encuentra en Ras Al Khaimah, plantando cara en solitario a esta situación, y mis hijos en España, en Huelva. Pero lo importante, lo que cada día me digo, es que, pese a las circunstancias, todos estamos bien. Y eso es lo único que importa. No hay que ir más allá. Nuestra decisión familiar, aunque nos gustaría estar juntos, es que cada cual permanezca donde se encuentra. No hay mejor forma de combatir el coronavirus. Particularmente he comunicado a la Embajada de España en Bogotá mis datos y situación. Me han contestado que ahora mismo no hay próximos vuelos previstos, que me avisarán si surge alguna oportunidad. Y así tengo que entenderlo. Simplemente porque es así.

Estoy convencido de que en dos o tres de semanas (qué son dos o tres semanas en el transcurso de una vida) comenzará, poco a poco, la normalización. Y antes de que nos demos cuenta estaremos un viernes tomando una espectacular paella en alguno de los excelentes restaurantes españoles de Emiratos Árabes. De todos es sabido que las mejores paellas del mundo se hacen en Dubai. Desgustándolas nos encontraremos. Seguro.

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En la imagen superior, personal de la Embajada de España en Emiratos Árabes Unidos junto a ciudadanos españoles evacuados del país del Golfo. (@EmbEspEAU)

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