viernes. 29.03.2024

Gente de paz

"Difícil encontrar la tolerancia que existe en Emiratos Árabes en otras partes del planeta. Si una señora quiere ir en minifalda y bañarse en biquini, adelante. Cada cual anda por la vía pública como desea y nadie se extraña ni a nadie molesta. ¿Pasa lo mismo cuando un señora va con velo, cara tapada y abaya o un señor con kandora y turbante por las calles de cualquiera de nuestros lugares de origen?"

Punto y final. Hoy acaba 2017. Y parece que fue ayer cuando celebrábamos la Nochevieja de 2016. Han pasado 365 días que dejaron miles de historias en estas tierras, muchas protagonizadas por hispanos que decidieron poner miles de kilómetros de por medio con sus lugares de origen para buscar un futuro mejor en un desierto cuyos pobladores han sabido situar en el mapa del mundo. Muy visible, por cierto.

Existen puntos negros. Verdad. Están los conflictos que rodean la zona, que cobran mayor o menor relevancia mediática según la valoración que de los mismos se haga desde Occidente, donde, todo hay que escribirlo, a veces se carece de los elementos suficientes para llevar a cabo un certero análisis. ¿Cuántos nos preguntan antes de venir a Emiratos Árabes que cómo hay que vestirse? Sobre todo en relación con las mujeres. Yo siempre los contesto: igual que lo haces a diario. Ni más ni menos. 

Si algo subrayo a menudo del país en el que se edita EL CORREO DEL GOLFO es su tolerancia. Difícil encontrarla en otras partes del planeta. Si una señora quiere ir en minifalda y bañarse en la playa en biquini, adelante. Pero también pueden vestir como prefieran indios, pakistaníes, somalíes, peruanos y, por supuesto, los locales, con sus elegantes kandoras y abayas. Cada cual anda por la vía pública como desea. Y lo fundamental es que ni nadie se extraña ni a nadie molesta. ¿Pasa lo mismo cuando un señora va con velo, cara tapada y abaya o un señor con kandora y turbante por las calles de cualquiera de los puntos de los que procedemos?

En ocasiones leo en los comentarios que dejan en la web o en las redes sociales de EL CORREO DEL GOLFO que si en Emiratos Árabes quieren ser tolerantes lo primero que deben hacer sus gobernantes es permitir que se construyan iglesias. ¿Iglesias?  Perdone, pero hay las que quiera. Y llenas hasta la bandera, lo que no ocurre ni en las tierras que se autodenominan de María Santísima. En Abu Dhabi hay mezquitas e iglesias unas junto a otras que comparten hasta el aparcamiento. Qué atrevida es la ignorancia.

La pasada Nochebuena fui a la iglesia católica de San Antonio de Padua de Ras Al Khaimah y estaba literalmente desbordada. Calculo que asistían a la misa más de cuatro mil personas. ¿Alguien puede poner un ejemplo similar en la vieja Europa? Para alcanzar semejantes registros sería necesario que ante el púlpito se situara el mismísimo Papa Francisco.

Evidentemente no todo es color de rosa. De cara a la organización diaria del país habría que repensar determinados aspectos. Por ejemplo, es necesario un urgentísimo impulso de la educación vial, lograr que quienes se ponen al frente de un volante entiendan que no todo es correr y echar la larga. No puede ser que los acosados en las carreteras sean quienes circulan con corrección. A esto hay que ponerle fin. Lo que está en juego son vidas de seres humanos. El déficit en este aspecto es brutal.

Pero hoy estamos obligados a ser optimistas. Es más, particularmente soy optimista. Seguro que 2018 será un gran año. Quedarán atrás los conflictos en Yemen y Siria (es necesario darle solución) y Daesh resultará definitivamente aislado, tal como persigue la inmensa mayoría de la pacífica comunidad islámica, integrada por quienes van al trabajo o pasean junto a familia y amigos por las 'corniches'. Es lo que vemos quienes aquí vivimos: que los musulmanes son gente de paz. Me lo demuestran a diario mis vecinos, entre los que hay emiratíes, sirios, pakistaníes, iraníes, egipcios, turcos, marroquíes, libaneses, jordanos, iraquíes... Lo escrito, gente de paz.

A todos, feliz 2018.

Gente de paz
Comentarios