viernes. 29.03.2024

Cecilia Romero, una mexicana que lleva ocho años afincada en Dubai, tenía claro desde que dejó su tierra que quería prestar ayuda social a su país. Comenzó impartiendo clases de español y tras dar a luz a sus dos hijos decidió poner en marcha Manta & Rebozo, una tienda de artesanía textil que cuenta con productos traídos directamente desde las profundidades de México con el más puro estilo indígena impregnado en cada uno de sus tejidos. 

“Mis hijos usaban una hamaca en su cuarto hecha con manos mexicanas, también cargaba a mi niña en un rebozo tejido por mexicanos, la ropita de manta procedía de mi país azteca... Un día me di cuenta que quería comenzar algo nuevo en esa línea que conjuntara mi amor por México y mi afán por servir y ayudar a mí tierra”, afirma Romero.

De esta manera, la impulsora de Manta & Rebozo comenzó a contactar con asociaciones no gubernamentales de México para descubrir a artesanos originarios del país. La gran respuesta fue Fábrica Social, una empresa social conformada por una organización que impulsa el desarrollo de las capacidades de mujeres artesanas textiles a través de una escuela rural de diseño itinerante que imparte talleres en diseño, organización, administración y comercio justo a mujeres indígenas en México.

“Contactar con Fábrica Social fue el primer paso para conocer la labor que hacen este tipo de organizaciones”, señala Romero. Y este mismo estudio que llevó a Romero a dar con Fábrica Social, también la hizo darse cuenta de por qué estos últimos años se ha comenzado a recuperar el bordado mexicano. La razón es muy simple: la crisis económica, las sequías y las situaciones devastadoras en la vida de estas comunidades mexicanas.

Tras los pasos iniciales de la marca y como consecuencia de su evolución, Manta & Rebozo comienza a incorporar trabajos de nuevas empresas, algo que requirió “una búsqueda exhaustiva de personas y proyectos que fueran compatibles con nuestra filosofía de sustentabilidad, comercio justo y alta calidad”. Entre estos nuevos proyectos con los que colabora Romero se encuentran Manos que tejen sueños, Mantli, Chamuchic, Yayas, Artesanías El Refugio y Tenangos. Todos ellos reflejan en su arte los conocimientos y saberes que han ido recogiendo de generación en generación en profundo vínculo con la naturaleza, el cosmos y la religiosidad. “La cosmovisión de cada pueblo es plasmada en colores, texturas y formas que dan cuerpo y significado a la vida simbólica de los sujetos. Los bordados son una representación de esta rica y compleja construcción cultural”, asegura Romero.

Por ejemplo, los hermanos Hernández Cruz, a cargo de Artesanías El Refugio, trabajan alrededor del estado de Oaxaca con más de 30 familias realizando bordados tradicionales de las regiones. Una de las artesanías más populares que aún es producida por las mujeres es la hechura de los huipiles, blusas o vestidos adornados con collares y bordados. Toda la familia se ve involucrada en la obtención de la materia prima para manufacturar los preciosos huipiles hasta el proceso de hilado y manejado con malacate. Romero también cuenta con la colaboración y apoyo de Angélica y su esposo, Manuel Tolentino, quienes se han convertido en unos de los principales productores de tenangos, piezas de manta bordadas con hilos de colores, apoyados por manos indígenas bordadoras en la sierra Otomí-Tepehua, en el estado de Hidalgo. “Además de la gran labor que realizan hay que resaltar la humanidad que desprende cada uno de ellos en sus trabajos”, subraya.

Y mientras Cecilia Romero cumple el que ha sido su sueño, ayudar a su gente y a su país, el Golfo Arábigo no ha dudado en recibir con los brazos abiertos todos sus productos. “Comencé promocionando productos modernos, contemporáneos, con toques mexicanos, pero me di cuenta que lo que más le gusta a la gente, sobre todo a los árabes, es lo más típico y étnico de mi país, algo que me hizo sentir muy orgullosa”, revela.

PROCESO DE EXPANSIÓN

En estos momentos, Manta & Rebozo cuenta con la labor de Erika González, que trabaja en México en contacto directo con los pueblos indígenas, y de Jessie Laureano en Dubai. “Mi incansable equipo de ventas está formado por Linda Ramos y Aira Vidal, mientras que el logístico lo componen Mercy Tagalo, Gamini y Wasanta”.

Los productos de Manta & Rebozo se pueden hallar en diversos mercadillos alrededor de Dubai como Ripe Market Fridays, en Safa Park; Saturdays Sharjah Waterfront; Courtyard Dubai; Marketeerzz Town Center o Bazar Latino. A partir del 20 de mayo Romero pondrá un punto de venta permanente en Dubai Festival City y del 11 al 21 de julio participará en Ramadan Market WTC Dubai. De octubre de 2014 a abril de 2015 contará con un stand en el pabellón español de Global Village. En Arabia Saudí su artesanía se puede encontrar en Homegrown Market Jeddah en The Store en Tahlia. Y sus planes, por si fueran pocos, son expandir la marca a Kuwait y más tiendas de Dubai y Arabia. 

'Manta & Rebozo' trae al Golfo el arte indígena de México
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