Una enorme explosión ha sacudido el barrio diplomático de Kabul durante la hora punta de la mañana de este miércoles. Los últimos datos hablan de al menos 80 fallecidos y más de 300 heridos, según el balance facilitado por el Ministerio de Sanidad y recogido por la agencia afgana de noticias Pajhwok.
Las autoridades han confirmado que se ha tratado de un atentado suicida y las informaciones preliminares apuntan a que el vehículo utilizado ha sido un camión cisterna.
Basir Mujahid, uno de los portavoces de la policía afgana en la capital, ha asegurado que "el ataque se ha producido cerca de las embajadas alemana e india" y que esta última "ha sufrido graves daños estructurales". La embajada de Francia también ha sufrido los daños de la explosión, según fuentes diplomáticas.
El ministro alemán de Exteriores, Sigmar Gabriel, ha comunicado que varios empleados de la embajada han resultado heridos y uno de sus guardias de seguridad, afgano, ha muerto.
La Embajada de España, situada un poco más al Este, a apenas un kilómetro del lugar del atentado, ha comunicado que ni su personal español ni sus trabajadores locales han resultado afectados, según han informado fuentes de la Oficina de Información Diplomática (OID).
El presidente afgano ha hablado de "crimen contra la humanidad" al referirse al atentado a través de su cuenta de Twitter.
Nadie se ha atribuido por el momento la responsabilidad, pero el ataque se produce mientras los talibanes están intensificando su anual "ofensiva de primavera". Sin embargo, los talibanes han negado cualquier implicación. En un comunicado, el portavoz de la guerrilla, Zabihullah Mujahid, ha reiterado que condenan ese tipo de “operaciones indiscriminadas que causan víctimas civiles”.
Daesh también ha atribuido la responsabilidad de varios atentados recientes en la capital de Afganistán, incluyendo una potente explosión dirigida a un convoy de la OTAN blindado que mató al menos a ocho personas e hirió a 28 el pasado 3 de mayo.
El jefe del Pentágono, Jim Mattis ha advertido de "otro año duro" para ambas tropas extranjeras y las fuerzas locales en Afganistán, donde más de un tercio del país está fuera del control del gobierno.
La explosión es la última de una larga serie de ataques en la capital afgana. La provincia de Kabul tuvo el mayor número de víctimas en los tres primeros meses de 2017, con múltiples ataques en la ciudad.
