viernes. 29.03.2024

La guerra civil gana posiciones en Afganistán. Fuerzas talibanes y los combatientes leales al líder local Ahmed Massoud están librando duros combates en el valle de Panjshir. Ambos contendientes aseguran que se han provocado grandes pérdidas de vidas en los últimos días en la provincia controlada por la resistencia.

Después de la caída de Kabul el 15 de agosto, miles de combatientes de la milicia local, parte del Ejército afgano y unidades de las Fuerzas Especiales se reunieron en Panjshir. Allí plantan cara a los talibanes liderados por Ahmed Massoud, el hijo de un antiguo líder muyahidín.

En la actualidad, la situación deriva hacia el conflicto armado ya que el acuerdo que se estaba negociando parece haber colapsado. Los dos bandos se acusan mutuamente de frustrar las conversaciones en un momento en el que los talibanes se preparan para dar a conocer su gobierno en Kabul.

El portavoz talibán, Zabihullah Mujahid, ha asegurado que combatientes de su grupo han entrado en Panjshir y tomado el control de parte del territorio.

"Iniciamos operaciones tras el fracaso de las negociaciones con el grupo armado local; sufrieron grandes pérdidas", ha asegurado, según recoge la agencia Reuters.

Sin embargo, un portavoz del Frente de Resistencia Nacional Afgana (FN) ha señalado que sus fuerzas controlan completamente todos los corredores y entradas y que habían repelido los intentos de llegar por parte de los talibanes al área de Stel, situado en la entrada del valle.

El portavoz del FN ha informado que han abatido a gran número de combatientes talibanes en dos frentes desde que estallaron los enfrentamientos a principios de esta semana.

LAS MUJERES SALEN A LA CALLE

A ello se une que decenas de mujeres han protagonizado una manifestación para exigir el derecho al trabajo bajo el nuevo régimen, que actualmente se enfrenta a grandes obstáculos económicos.

En la ciudad occidental de Herat, unas 50 mujeres salieron a las calles para protestar contra la ausencia de las mujeres de las instituciones gubernamentales, según informa AFP.

Herat es una ciudad relativamente diversa en la antigua Ruta de la Seda cerca de la frontera con Irán. Se trata de uno de los territorios más prósperos del Afganistán, donde las niñas han regresado a la escuela.

Según la organización Basira Taheri, es necesario que los talibanes incluyan a las mujeres en el nuevo gobierno. "Queremos que los talibanes consulten con nosotros; no vemos mujeres en sus reuniones y reuniones", han manifestado integrantes del colectivo.

A pesar de lo cual, a día de hoy no parece que los derechos de la mujer sean una de las prioridades de los talibanes de cara a la formación del nuevo gobierno. 

Otro país de la región, Yemen, lleva sumido siete años en una cruenta guerra civil que se desató después de que los hutíes, apoyados por Irán, tomaran el control de Saná, la capital, y otros lugares del país tras asestar en 2014 un golpe de Estado.

Esta situación provocó que en marzo de 2015 la Coalición Árabe, liderada por Arabia Saudita, interviniera en la crisis para reinstaurar el gobierno internacionalmente reconocido

La guerra civil se asoma a Afganistán
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