viernes. 29.03.2024

Hamza bin Laden, hijo del fundador de la organización radical Al Qaeda, de la que podría ser el próximo líder, hizo un llamamiento a los musulmanes para participar en la yihad en Siria contra el régimen y Occidente.  Considerado como el hijo favorito de Osama bin Laden, Hamza ha sido preparado desde su infancia para suceder a su padre, ejecutado por un comando estadounidense en Pakistán en 2011.  

"La causa de Siria es la causa de toda la comunidad musulmana mundial", señaló en una grabación de audio sin fecha publicada en redes jihadistas el jueves.

"Para que el pueblo sirio resista a la agresión cruzada, chiíta e internacional, los musulmanes - todos los musulmanes desde Indonesia hasta el Magreb - deben estar con ellos, apoyarlos y darles la victoria", añadió, según recoge el diario The National.

"El despertar es esencial, así como el movimiento rápido, serio y organizado, para apoyar al pueblo de la bienaventurada Siria antes de que sea demasiado tarde", concluyó Hamza.

La rama siria de Al Qaeda, el llamado Frente Al Nosra, que empezó a intervenir en la guerra civil siria en 2013, anunció el año pasado que renunciaba a su vínculo con Al Qaeda y adoptaba un nuevo nombre, el Frente Fateh al Sham.  La organización, compuesta sobre todo por sirios, combatió con varios grupos rebeldes contra el régimen de Bashar al Asad. Actualmente Al Qaeda es rival de otro grupo radical sunita, el Daesh, que también está implicado en el conflicto sirio. 

Bashar al Asad es miembro de la minoría alauita, una rama del chiismo, y en su guerra contra los rebeldes y los yihadistas, recibe el apoyo militar del movimiento chiita libanés Hezbolá y de Irán, la gran potencia chiita de la región. 

En mayo de 2016, Hamza bin Laden ya había pedido "a la nación islámica que se concentrara en la yihad en Siria y en la unificación de las filas de los muyahidines", los combatientes que libran la guerra santa. 

Estados Unidos añadió a Hamza bin Laden a su lista negra de terroristas internacionales en enero de este año. Se estima que nació en 1989 en la ciudad saudita de Jeddah. Su madre era Khairiah Sabar, una de las tres esposas del fundador de Al-Qaeda.

El año pasado, en el quinto aniversario de la muerte del hombre que ordenó los ataques del 11 de septiembre en Estados Unidos, los expertos comenzaron a notar la creciente prominencia de su hijo en el movimiento.

El Departamento de Estado de EEUU lo ha designado como un "terrorista global especialmente designado", congelando cualquier activo que tenga bajo jurisdicción estadounidense.

Según varios analistas, el joven, que ha aparecido desde su infancia en la propaganda de Al Qaeda, se prepara para tomar el mando de la organización y, aprovechando las recientes derrotas militares del Daesh para intentar unir a los yihadistas del mundo entero. 

El hijo de Osama bin Laden pide a los musulmanes que se unan a la yihad en Siria
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