jueves. 28.03.2024

El comunicado final de la Cumbre Árabe, concluyó este miércoles en Amán, hace hincapié en que los países árabes seguirán trabajando para relanzar las negociaciones de paz serias y eficaces entre los palestinos y los israelíes para poner fin a este conflicto basado en la solución de dos estados, lo que provoca un estado palestino en las fronteras anteriores a 1967 y con Jerusalén Este como su capital.

El comunicado, leído por el secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Aboul Gheit, y cuyas conclusiones publica la agencia WAM, ha destacado que la paz sigue siendo una opción estratégica árabe como se prevé en la Iniciativa de Paz Árabe 2002, que es el plan más amplio capaz de lograr la paz histórica.

De acuerdo con la agencia de noticias jordana, Petra, la declaración expresó el rechazo de todas las medidas unilaterales de Israel encaminadas a alterar la situación jurídica e histórica de los lugares sagrados musulmanes y cristianos en la Jerusalén ocupada. La declaración rinde homenaje a los esfuerzos de Jordania para salvaguardar los lugares sagrados de la ciudad.

La declaración exige la plena aplicación de las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad de la ONU que declaran nulas y sin efecto todas las medidas israelíes destinadas a cambiar la identidad de Jerusalén. Se exigió países del mundo no a trasladar sus embajadas a Jerusalén o declarar la ciudad un capital de Israel.

Respecto a Siria, la declaración dijo que los países árabes se intensificarán los esfuerzos para encontrar una solución pacífica a la crisis de Siria, con el fin de lograr las aspiraciones del pueblo sirio, preservar la unidad de Siria, proteger su soberanía e independencia y erradicar todos los grupos terroristas.

Añadió que no hay una solución militar a la crisis y no hay manera de detener el derramamiento de sangre, pero sí hay una solución pacífica que provoque una transición hacia una solución política, formulada y acordada por todos los componentes del pueblo sirio.

El comunicado expresó su apoyo a los esfuerzos por lograr la paz a través del proceso de Ginebra, que es el único marco de una solución pacífica, lo que subraya la importancia de las conversaciones de Astana en el establecimiento de una cesación del fuego en todo el territorio sirio.

Se instó a la comunidad internacional a seguir apoyando a los países que acogen a refugiados sirios e hizo hincapié en la necesidad de aplicar los resultados de la Conferencia de Londres, pidiendo el lanzamiento de nuevos programas para apoyar a los países de acogida de refugiados en una próxima conferencia en Bruselas el 5 de abril.

También dijo que hacer frente a las necesidades básicas de los refugiados es una inversión en un futuro seguro para la región y el mundo, diciendo que los refugiados y sus hijos no debe ser abandonados a la miseria y la desesperación.

Asimismo, se expuso que los líderes árabes habían confiado el Consejo de la Liga Árabe, a nivel ministerial, para discutir el establecimiento de un mecanismo específico para ayudar a los países árabes que acogen a refugiados para que puedan asumir esta carga.

Sobre Irak, la declaración reafirma que la seguridad, la estabilidad, la cohesión y la integridad territorial son las piedras angulares de la seguridad y la estabilidad regionales, prometiendo pleno apoyo a ese país árabe en sus esfuerzos para eliminar las bandas terroristas y recaptura la ciudad de Mosul de manos de Daesh.

La declaración ha aclamado victorias registradas por el ejército árabe en su batalla para recuperar el territorio controlado por el grupo terrorista. También expresó su apoyo a los esfuerzos de Irak para lograr la reconciliación nacional, a través de la promoción de un proceso político que todo lo abarca, sin discriminación o exclusión.

En cuanto a Yemen, la declaración ha renovado su apoyo a los esfuerzos de la Coalición Árabe destinados a apoyar el liderazgo legítimo en este país árabe y poner fin a la crisis.

En Libia, la declaración hizo hincapié en la necesidad de lograr la seguridad y la estabilidad política de la nación árabe del norte de África a través de una reconciliación nacional que se basa en el acuerdo "Skhirat", con el fin de preservar la unidad y la cohesión territorial del país.

Se afirmó el apoyo de la nación árabe en el pueblo de Libia en sus esfuerzos para derrotar a las bandas terroristas y erradicar la amenaza planteada por el terrorismo a Libia y sus vecinos.

LUCHA CONTRA EL TERRORISMO Y LA ISLAMOFOBIA

Según el comunicado, los países árabes se movilizarán todos los recursos para luchar contra el terrorismo y derrotar a los terroristas en todos los frentes ya sean militares o ideológico. Añadió que el terrorismo debe ser extirpado para defender el Islam y los valores de la tolerancia, la paz y el respeto de la vida.

La declaración expresó profunda preocupación por los montajes que muestran islamofobia y los intentos de vincular el terrorismo con el Islam de los países árabes, diciendo que tales intentos sirven a grupos terroristas que no tienen nada que ver con el Islam y sus enseñanzas tolerantes.

Por otro lado, la declaración reafirmó la soberanía de los EAU en sus tres islas ocupadas por Irán, pidiendo a Teherán a responder a la iniciativa de los EAU para encontrar una solución pacífica a este problema, ya sea a través de negociaciones directas o arbitraje internacional.

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