viernes. 29.03.2024

La Liga Árabe ha ratificado la soberanía de Emiratos Árabes Unidos (EAU) sobre las tres islas de Tunbs Mayor, Tunbs Menor y Abu Musa y reiteró su apoyo a todas las medidas pacíficas tomadas por EAU para restaurar su soberanía sobre las islas ocupadas.

La ratificación forma parte de la Declaración de Túnez, emitida durante la 30ª Cumbre de la Liga Árabe que concluyó el domingo en la capital tunecina y donde los líderes árabes subrayaron la importancia de la causa palestina.

En la declaración, los líderes árabes mostraron su rechazo categórico al reconocimiento de EEUU del control de Israel sobre los Altos del Golán y destacaron la necesidad de llegar a un acuerdo político para la crisis en Siria y permitir que el país recupera su estado normal dentro de la región árabe.

Los jefes de los estados árabes condenaron los ataques a los territorios saudíes con misiles balísticos y reiterando que garantizar la seguridad del reino es fundamental para la estabilidad de la región del Golfo, en particular, y de toda la nación árabe en general.

A este respecto, subrayaron el principio de buena vecindad como la base sobre la cual se deberían basar las relaciones árabes con la República Islámica de Irán, exigiendo a Teherán que deje de inmiscuirse en los asuntos internos de los países árabes y que detenga todas las prácticas conducentes a socavar las medidas de fomento de la confianza en la región.

Los líderes árabes también destacaron la continuidad de los esfuerzos árabes para restaurar la legitimidad en Yemen y poner fin al sufrimiento del pueblo yemení.

Reiteraron la necesidad de que las milicias hutíes cumplan con el alto el fuego acordado en Estocolmo y negociado por la ONU en diciembre de 2018, destacando la importancia de intensificar los esfuerzos para desplegar más ayuda humanitaria para aliviar el sufrimiento del pueblo yemení.

La Declaración subrayó los continuos esfuerzos para relanzar las negociaciones de paz serias y efectivas entre israelíes y palestinos que pondrán fin al estancamiento político resultante de la intransigencia de las posiciones israelíes, afirmando que el conflicto podría terminarse mediante una solución de dos estados que garantice el establecimiento de un Estado palestino independiente conforme las fronteras del 4 de julio de 1967 con East Al-Quds como su capital.

"El logro de la paz, la estabilidad y la seguridad en la región de Oriente Medio depende de si se alcanza un acuerdo global sobre la causa palestina y de todo el conflicto árabe-israelí", afirmó la declaración.

Los líderes árabes señalaron la importancia de la histórica custodia de los hachemitas emprendida por el rey Abdullah de Jordania sobre los lugares sagrados islámicos y cristianos en Jerusalén oriental.

Denunciaron la llamada 'ley del estado nacional judío' como una nueva encarnación de las prácticas racistas destinadas a negar al pueblo palestino su derecho a la libre determinación y su categoría de estado.

Los líderes árabes calificaron como inaceptable el estado actual de la región árabe que, según dijeron, se ha convertido en un centro para las organizaciones terroristas que representan una grave amenaza para la estabilidad y los esfuerzos de desarrollo en curso en las naciones árabes.

Destacaron que una reconciliación panárabe es una necesidad para restablecer la estabilidad y proteger a la región contra las interferencias extranjeras.

Los líderes árabes reiteraron su interés por preservar la integridad territorial de Libia, renovando su rechazo de todas las soluciones militares a la crisis allí y de cualquier interferencia en los asuntos internos de Libia.

Elogiaron los avances logrados por Irak para erradicar las organizaciones terroristas, reiterando su entusiasmo por mantener la integridad territorial del país y su apoyo a todos los esfuerzos de reconstrucción realizados para restablecer la normalidad en las regiones liberadas.

Los jefes de estado árabes expresaron su total apoyo al diálogo interreligioso y la promoción de valores de tolerancia y respeto hacia los demás en un intento por combatir el fanatismo y el extremismo.

A este respecto, aclamaron el histórico encuentro entre el Papa Francisco y el Gran Imán de Al Azhar, organizado por Emiratos Árabes Unidos en febrero.

Los líderes árabes expresaron su total apoyo al gobierno sudanés en sus esfuerzos por establecer la paz y el desarrollo y proteger su soberanía nacional, acogiendo con satisfacción la mejora lograda con respecto a la situación de seguridad en Darfur.

Expresaron su apoyo a la iniciativa del presidente sudanés de lograr la seguridad alimentaria árabe, renovando su llamado a eliminar a Sudán de la lista de Estados Unidos de patrocinadores estatales del terrorismo.

Subrayaron la importancia de respaldar los esfuerzos integrales de desarrollo en la región para salvaguardar el mundo árabe contra el terrorismo y el extremismo.

La Declaración elogió la celebración de la I Cumbre Euroárabe celebrada en Sharm El Sheikh en febrero y dijo que los líderes árabes esperan con interés la V Cumbre Afroárabe, que será organizada por el Reino de Arabia Saudita en 2019, así como la Cumbre de Países Sudamericanos-Árabes, lo más pronto posible.

Expresaron su apoyo a los esfuerzos realizados por los líderes somalíes para combatir el terrorismo y establecer la paz. También aclamaron las recientes elecciones presidenciales en Comoros. 

La Liga Árabe califica de "inaceptable" el estado actual de la región
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