Mientras no deja de aumentar el número de muertos -más de 140- y de heridos -más de 5.000- como consecuencia de las explosiones en el Líbano, las fuerzas de seguridad del país se enfrentaron este jueves por la noche en las calles de Beirut con manifestantes que mostraban su indignación porque consideran que la tragedia es fruto de una manifiesta incompetencia del Gobierno, que no impidió que 2.750 toneladas de nitrato de amonio, producto químico altamente explosivo, hayan estado almacenadas durante seis años en el centro de la capital sin ninguna medida de seguridad.
Los enfrentamientos se localizaron en una de las calles devastadas que conduce al Parlamento y en la que permanecen aún los escombros de la explosión. En su tránsito, los manifestantes provocaron un incendio, destrozaron tiendas y arrojaron piedras contra los miembros de los cuerpos militares y policiales, que emplearon gases lacrimógenos para dispersar a los congregados, que en algunos casos resultaron heridos.
Es tal la indignación de gran parte del pueblo libanés, que, según recoge el diario Le Figaro, 50.000 de sus ciudadanos han firmado ya una solicitud dirigida al presidente francés, Emmanuel Macron, para situar al Líbano bajo mandato francés durante los próximos 10 años. "Francia haberse convertido en la última esperanza del Líbano", dice en el texto.
En una petición 'online' difundida tras la explosión que afectó a Beirut, que de momento se desconoce de dónde ha surgido y quiénes son sus impulsores, consta que “los funcionarios libaneses han demostrado claramente una total incapacidad para proteger y administrar el país. Con un sistema fallido, corrupción, terrorismo y milicias, el país acaba de llegar a su último aliento. Creemos que el Líbano debe volver a estar bajo mandato francés a fin de establecer una gobernanza saludable y sostenible".
Macron anunció este jueves desde el Líbano que París organizará una conferencia internacional para movilizar fondos en apoyo al país tras las explosiones del martes en el puerto de Beirut y ha reclamado a las autoridades "una refundación del orden político" en el país.
