jueves. 28.03.2024

El presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, fue investido este sábado (2.06.2018) para un segundo mandato de cuatro años. Durante la ceremonia, el mandatario prometió diálogo con otros sectores políticos, en un momento en el que las autoridades de El Cairo han endurecido su campaña de represión contra cualquier voz crítica.

En un discurso en la sede del Parlamento, el exmariscal, que ha dirigido el país con mano de hierro desde que accedió al poder en un golpe de Estado en 2013, aseguró que la prioridad para su segundo mandato, que se extenderá hasta 2022, será recuperar la "paz social".

"Aceptar al otro, crear zonas comunes entre nosotros, será la prioridad más importante para conseguir una paz social, desarrollo político y consenso", afirmó Al Sisi, que pronunció su discurso ante las principales autoridades políticas y religiosas del país. Sus palabras fueron difundidas por la televisión estatal.

ACUSACIONES DE TERRORISMO 

No obstante, el mandatario aseguró que la oferta de diálogo es excluyente para aquellos que "eligieron la violencia, el terrorismo y el pensamiento extremista". La acusación de "terrorismo" se ha aplicado de forma habitual en los últimos años en los procesos judiciales que han llevado a la cárcel a decenas de miles de opositores, tanto de tendencia islamista como laicos.

En las últimas semanas, varios activistas y disidentes han sido acusados de terrorismo después de haber vertido críticas contra el Gobierno en las redes sociales, en una serie de detenciones que ha sido cuestionada tanto por la Unión Europea como por varias ONG internacionales. El director de la ONG Red Árabe para la Información de Derechos Humanos (ANHRI), Gamal Eid, dijo a la agencia de noticias Efe que el propósito del Ejecutivo con estas detenciones es transmitir un "mensaje de terror" a todos los activistas y acallar las protestas que se desataron a mediados de mayo por un aumento de la tarifa del precio del metro.

Según Eid, las detenciones son una continuación de la campaña de represión que dio comienzo antes de las elecciones presidenciales del pasado marzo, en la que varios opositores a Al Sisi fueron arrestados o presionados para que desistieran de presentarse a los comicios, que son considerados como un fraude por la oposición. En esas elecciones, Al Sisi fue reelegido con un 97,08 por ciento de los votos y una baja participación (41,05 por ciento) frente a un único rival, Musa Mustafa Musa, un aliado del mandatario que no hizo campaña electoral y ni siquiera se atrevió a criticar al "rais".

Al Sisi inicia segundo mandato prometiendo diálogo
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