sábado. 20.04.2024

La edición más exigente y especial de la historia del Dakar, la número 43, comienza este sábado por segundo año consecutivo en Arabia Saudita condicionada por la crisis sanitaria ocasionada por Covid-19, que ha provocado una sustancial pérdida de corredores y cambios significativos en la organización. La belleza de un paisaje sin otro elemento más que el de un fino manto de arena flotando en el aire es el principal peligro del rally más duro del mundo: el Dakar. Un reto al que este año se le suma la dificultad añadida de lidiar con una pandemia. El evento más esperado del año para los amantes del rally raid tendrá lugar del 2 al 15 de enero.

En la ciudad de Jeddah arranca el Dakar más distinto que se recuerda. Hasta hace escasos días los pilotos temían por la cancelación del evento debido al cierre de fronteras saudíes tras el alto índice de contagios.

Llegar hasta el país de la Meca ha sido toda una odisea, en la que muchos se han quedado por el camino. Algunos como el peruano David Chávez (Club Aventura Touareg) o el copiloto de Nani Roma (BRX-Prodrive), Dani Oliveras, ya han experimentado la crueldad de la pandemia, dejando toda la ilusión y preparación de un año en la puerta de embarque.

La crisis sanitaria, ha dibujado un Dakar completamente nuevo. A diferencia de otros años los pilotos permanecerán durante toda la competición en la burbuja. Los competidores sólo podrán desplazarse desde los alojamientos hasta el vivac, quedando este cerrado para las visitas.

Este año el mítico raid constará de 12 etapas y cubrirá un total de 7.646 kilómetros, de los que 4.767 serán de especiales cronometradas. Los pilotos seguirán la estela del año pasado, pero las especiales serán totalmente inéditas.

Valorada la experiencia del año anterior, la organización ha decidido en esta edición reducir la longitud y la cantidad de tramos de velocidad para dar prioridad a la técnica de pilotaje, el franqueo de dunas y la navegación, devolviendo así la esencia salvaje y aventurera del rally raid más duro del mundo.

Además, David Castera, desde la organización, anunció modificaciones en el reglamento de cara a esta nueva edición del rally Dakar. Entre las más destacadas está la limitación a un solo uso del pistón durante toda la prueba y el reparto del libro de ruta cada mañana justo antes de la salida.

Entre las grandes rivalidades en la historia del deporte no puede faltar la de los tricampeones del Dakar, Carlos Sainz y el qatarí Nasser Al-Attiyah (Toyota Gazoo). Durante más de una década han protagonizado batallas formidables, convirtiéndose en historia viva del rally raid más duro del mundo.

En esta edición, quizás la lucha por el título entre el Mini JCW Buggy de Sainz y el Toyota Hilux V8 de Al-Attiyah sea lo más normal de la competición. Tras catorce dakares, Sainz continúa teniendo hambre de desafíos. En Arabia tendrá a tiro igualar el récord histórico del finlandés Ari Vatanen, único piloto ganador de cuatro ediciones del Dakar. Por delante, con trece victorias, se sitúa únicamente la leyenda del raid “Monsieur Dakar”: StéphanePeterhansel.

El español Isidri Esteve, que estará al volante del Toyota Hilux que condujo Fernando Alonso en la edición anterior como parte de Toyota Overdrive, estructura paralela a la oficial, aspira a estar entre los diez primeros puestos de la clasificación.  Sebastién Loeb y Nani Roma estarán al volante del Cazador, la nueva máquina de Prodrive que se postula como la alternativa a Mini y Toyota.

Nani Roma, el único español ganador del Dakar en la modalidad de coches (2014) y motos (2004), se quedó sin copiloto a escasos días de comenzar la prueba. Su compañero, el español Dani Oliveras, anunció su baja en la competición tras dar positivo por Covid-19 en los test PCR previos al comienzo del evento. El sustituto de Olivera será el francés Alex Wincocq, con experiencia en el Dakar, ya que formó equipo en 2015 con su compatriota Guerlain Chicherit.

Por su parte, Laia Sanz, leyenda viva del deporte español con 18 títulos mundiales entre enduro y trial en su palmarés, arrancará este sábado el Dakar más complicado de su carrera, con la maleta cargada de antibióticos y sin preparación previa. La diez veces campeona del rally femenino más duro del mundo, disputará su undécimo Dakar pese a estar convaleciente de la enfermedad de Lyme, contraída el pasado septiembre por la picadura de una garrapata. La catalana demuestra, una vez más, de qué pasta está hecha una campeona.

Las motos continúan un año más siendo la categoría más abierta del Dakar. En la pasada edición Honda logró romper la dictadura de KTM, que llevaba reinando durante 18 años consecutivos. Los favoritos para amenazar la corona lograda el año pasado por el americano Ricky Brabec (Monster Honda), serán: el chileno Pablo Quintanilla (Rockstar Husqvarna) que acarició la gloria en la pasada edición en la que terminó segundo; el australiano bicampeón del Dakar Toby Price (Red Bull KTM), el inglés Sam Sunderland (Red Bull KTM), primer británico en ganar un Dakar (2017) y el experimentado piloto español Joan Barreda (Monster Honda), que disputará su undécimo Dakar siendo el corredor en activo con más victorias de etapa en el rally más duro del mundo (24).

Comienza en Arabia Saudita la edición más exigente y especial de la historia del Dakar
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