jueves. 28.03.2024

El jinete panameño Luis Batista lleva casi un año desarrollando su carrera deportiva en Arabia Saudita.

Su nueva vida en el país no es fácil, lejos de su familia, el idioma, la comida y la falta de centros de diversión han sido los inconvenientes; sin embargo, el jinete es consciente de que sin sacrificio no hay gloria.

“Realmente es un país totalmente diferente a Panamá por su religión y cultura, lo que se me hace difícil en la adaptación”, reconoció Batista vía Instagram, según publica critica.com.pa.

Batista indicó que las carnes que más se consumen en Arabia Saudita son “las de ovejas, chivos o camello. Hay carne de res, pero muy poca. De cerdo, absolutamente nada, ya que está totalmente prohibido dentro del país”. Es por esto por lo que el jinete ha optado por ensaladas y algo de arroz.

Indicó que los jinetes llegan a ese país por recomendación de colegas que participaron en las pistas árabes, en su caso, entrena en el King Abdul Aziz Race Track.

“Llegamos aquí a base de recomendaciones de jinetes o porque nos observen a través de internet montando en nuestro país o exterior, pero comúnmente es por referencias”, detalló.

Explicó que el sistema consiste en llegar en las primeras semanas del mes de julio para salir de vacaciones en abril de cada año.

“Este es un país en el que no hay vida turística o socialmente divertida para personas extranjeras, por eso muy pocos jinetes tenemos la oportunidad de viajar junto con nuestros hijos o cónyuge, ya que se te otorga la visa de entrada con base en un contrato deportivo en el que cumplirás sólo para el establo que te solicitó, montas para establos ajenos solo con el consentimiento del jefe del establo que te contrató”, precisó.

Sobre los premios, expresó que económicamente, en lo que concierne a la hípica, tienen obviamente mejores premios que Panamá y ventajas como la ausencia de impuestos.

Al ser la hípica un deporte en el que se apuesta, Batista dejó claro que en Arabia Saudita es meramente deportivo. “No, esta hípica es solo deportiva, nada de apuestas. Todo lo que tiene que ver con lo mundano es castigado”, dijo.

“Pienso que estoy en un término medio en lo que trabajo de manera progresiva. Mi meta, deportiva, es conocer distintos hipódromos a nivel mundial, incluyendo, por supuesto, las de Estados Unidos”, respondió.

Debido al calor sofocante del verano, Batista tiene horarios de trabajo extraños. “Entreno 4 horas al día. Cuando el clima es menos caluroso se trabaja en la tarde y cuando hace calor se hace de madrugada, y así soportamos este clima”.

Batista indicó que el más grande de los sacrificios es estar lejos de su familia y de su hijo y aunque esto no es fácil, sabe que es el camino para lograr crecer en su deporte.

“Estar aquí es un gran sacrificio que se hace día a día. Con solo despertar y estar lejos de toda la familia e hijos, para mí, ese es el más grande sacrificio que hago con tal de lograr crecer tanto profesional como social y económicamente”, concluyó.

Luis Bautista, un jinete panameño en Arabia
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