jueves. 28.03.2024

Para muchos expatriados en Emiratos Árabes Unidos, el oro ahora tiene un propósito más que un simple adorno. En estos tiempos infectados con Covid-19, el oro para estos consumidores está demostrando ser tan bueno como el efectivo. Por ello, están haciendo uso de su alto precio en los últimos días para vender y guardar el efectivo que tanto necesitan, y así compensar la pérdida repentina de empleos o los recortes salariales considerables. Dado que India permitió vuelos de repatriación a partir del 7 de mayo, ha habido un notable aumento en tales ventas, especialmente entre los indios expatriados que desean enviar a sus familias efectivo y han debido desembolsar el dinero para boletos aéreos. 

Según informa el diario Gulf News, el oro en Dubai se vendía a 193,25 dirhams por gramo el de 22K este viernes (8 de mayo). "Desde el momento en que las joyerías reabrieron sus puertas en Dubai el 26 de abril (después del levantamiento de las restricciones a la actividad comercial), la gente ha estado llamando para averiguar si pagaríamos en efectivo", dijo un miembro de Dubai Gold & Jewellery Group

Fuentes del mercado aseguran que la mayoría de estas transacciones está ocurriendo en las tiendas de joyería más pequeñas en el Zoco de Deira o el Bazar Meena.

En las últimas semanas, el oro ha estado en el rango de de los 1.690- 1.724 dólares por onza, fácilmente los niveles más altos que ha alcanzado en los últimos siete años. Esto, más que cualquier otra cosa, es lo que está impulsando la venta de los consumidores en este país.

"Como regla general, preferimos intercambiar joyas o lingotes o monedas de oro pero aceptaremos tantas ofertas como sea posible", dijo Cyriac Varghese, gerente general de Sky. 

Alguien que compró una onza de oro (28,34 gramos) hace cinco años y la vendió este viernes se beneficiaría con la suma de 1.930 dirhams. Si la compra se realizó hace un año y la venta se lleva a cabo ahora, la ganancia seguiría siendo un considerable 1.584 dirhams (menos los cargos de IVA del 5 por ciento). Debido a que los precios del oro están en máximos de siete años, la actividad de compra es limitada.

Además, nadie sabe cuánto durará la recesión creada por Covid-19. En muchos sentidos, es un triple golpe en las operaciones de los minoristas. "Desde que se abrieron las tiendas, nuestro tráfico de compradores tiene un promedio de menos del 15 por ciento en comparación con lo que es normal", reveló un minorista. “De ese 15 por ciento, alrededor del 7-10 por ciento vendrán a vender su oro". "Con estos volúmenes, será difícil mantener incluso los gastos de alquiler de un día, más lo que tenemos que pagar como salarios del personal", concluyó.

Hasta ahora, los minoristas de joyería no han sufrido despidos importantes, pero ya se han producido recortes en los salarios. "Debido a que las tiendas en los centros comerciales y en las calles están operando en horarios reducidos, efectivamente significa que no necesitamos tanto personal por sala de exposición", dijo un minorista. “Además, el distanciamiento social requiere que no atendamos más del 30 por ciento de la capacidad de una tienda.

Los expatriados en Emiratos Árabes aprovechan el precio alto y venden su oro
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