jueves. 25.04.2024

Las conversaciones para poner fin a 13 meses de conflicto en Yemen arrancaron en la noche de este jueves con la mediación de la ONU después de que una delegación rebelde llegase finalmente a Kwait tras un retraso de tres días.

El grupo de trabajo está formado por representantes del gobierno de Yemen y una delegación de rebeldes hutíes y sus aliados del partido del ex presidente Ali Abdullah Saleh, junto con el enviado especial de la ONU Ismail Ould Cheikh Ahmed.

El ministro de Asuntos Exteriores de Kuwait, el jeque Sabah Al Khaled Al Sabah abrió la reunión presentando las conversaciones como "una oportunidad histórica" ​​para poner fin al derramamiento de sangre. "La guerra sólo conducirá a más devastación, las pérdidas y el desplazamiento de las personas," dijo, según publica el periódico The National.

Por su parte, el delegado de la ONU hizo un llamamiento a las partes en conflicto para que trabajen para llegar a un acuerdo de paz global y duradera. "Hoy en día, ustedes tienen una de dos opciones; una nación segura que garantiza una vida honorable o las ruinas de una nación", sentenció.

Estaba previsto que las conversaciones comenzasen el pasado lunes pero se retrasaron después de que los rebeldes no se presentasen en protesta por lo que describieron como violaciones del alto al fuego por parte de Arabia Saudita.

El gobierno de Yemen, reconocido internacionalmente, encabezado por el presidente Abdrabu Mansur Hadi, está exigiendo los hutíes acatar una resolución del Consejo de Seguridad que dicte un proceso político y la retirada de los rebeldes de las ciudades de las que se apoderaron de sus armas.

Fuentes cercanas al proceso de negociación sostienen que los insurgentes están exigiendo el levantamiento de las sanciones de la ONU contra el ex presidente Saleh y los líderes hutíes.

En este sentido, Turquía dijo ayer que tenía congelados activos de Saleh y de su hijo de acuerdo con las sanciones del Consejo de Seguridad. Todos los activos pertenecientes a Saleh y su hijo, Ahmed Ali Abdullah Saleh, en bancos turcos y otras instituciones financieras "se congelan hasta el 26 de febrero de, 2017", anunció el país en el Boletín Oficial.

Saleh acumuló entre 32.000 millones y 60.000 millones de dólares a través de la corrupción, una cantidad que repartió en activos en al menos 20 países durante sus 33 años en el poder, según un informe de la ONU publicado el año pasado, publica The National.

El Consejo impuso sanciones a Saleh en 2014, dos años después de que fuera expulsado del poder en virtud de un acuerdo impulsado por el Golfo por obstruir la paz en Yemen, en particular por respaldar a las milicias hutíes que tomaron el poder en Saná.

 

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