jueves. 28.03.2024

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), ha alertado este lunes de la catastrófica situación educativa a la que se enfrentan hasta seis millones de niños en Yemen, donde el número de menores sin escolarizar se ha duplicado desde el inicio de la guerra en 2015, muy en parte por la enorme crisis a la que se enfrentan los profesores del país, dos terceras partes de los cuales no tienen salario estable.

De momento, algo más de dos millones de niñas y niños en edad escolar ya no van al colegio en el país a causa de la guerra, según apunta el Fondo en su informe "Educación interrumpida: impacto del conflicto en la educación de los niños y niñas en Yemen", publicado este lunes. "El acceso a una educación de calidad es un derecho básico para todos los niños, incluidas las niñas, los niños desplazados y los que tienen una discapacidad", ha señalado el representante de UNICEF en Yemen, Philippe Duamelle.

"El conflicto", añade, "tiene un impacto abrumador en todos los aspectos de la vida de los niños; el acceso a la educación proporciona una sensación de normalidad a los niños, incluso en los contextos más desesperados, y los protege de múltiples formas de explotación". El documento resalta las "nefastas consecuencias" que esperan al país "cuando los niños y niñas no están en la escuela y las niñas se ven obligadas a contraer matrimonio precoz, donde permanecen atrapadas en un círculo de pobreza y potencial desaprovechado". En este escenario, los niños y niñas son más vulnerables a verse forzados a realizar trabajo infantil o a ser reclutados para los combates. Más de 3.600 niños y niñas en Yemen han sido reclutados durante los últimos seis años.

Para empeorar las cosas, UNICEF apunta que dos tercios de los profesores en Yemen, más de 170.000 en total, no han recibido un salario regular durante más de cuatro años debido al conflicto y las divisiones geopolíticas.

Este enorme problema deja en situación de riesgo a un total de seis millones de niños y niñas más, ya que los maestros no remunerados dejan de enseñar para encontrar otras formas de mantener a sus familias, y si los niños que no asisten a la escuela o aquellos que la han abandonado recientemente no reciben el apoyo adecuado, es posible que nunca regresen al colegio.

Así pues, los efectos combinados del prolongado conflicto y el último ataque contra la educación en forma de la pandemia de Covid-19, tendrán efectos devastadores y duraderos en el aprendizaje, así como en el bienestar mental y físico de los niños, niñas y adolescentes en Yemen, apunta UNICEF.

En el informe, UNICEF pide a todas las partes en Yemen que defiendan el derecho de los niños y niñas a la educación y trabajen juntos para lograr una paz inclusiva y duradera. Esto supone también detener los ataques a las escuelas (231 desde marzo de 2015) y garantizar que los profesores obtengan un ingreso regular para que los niños y niñas puedan seguir aprendiendo y creciendo, y para que los donantes internacionales apoyen los programas educativos con fondos a largo plazo.

Hasta seis millones de niños yemeníes pueden ver su educación interrumpida por la guerra
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