viernes. 29.03.2024

Cuando la vida es un "reality"

"Gracias Rodrigo, Dago, Alejandro, Verónica y todos los responsables de "El Reality", por regalarnos a los espectadores y amantes del cine, dos horas de una sonrisa permanente"

Acaba de terminar el Latino Film Festival de Chicago, que ha llegado a su edición No. 35, todo un hito en la vida de los festivales de cine, mucho más cuando se trata de uno dedicado a mostrar las películas de América Latina y la península Ibérica en tierra estadounidense, más de cien producciones entre largos y corto metrajes.

A la cabeza del festival se encuentra su fundador y director, el colombiano Pepe Vargas, un enamorado del cine y la cultura, que ha hecho posible que Chicago se contagie no solo de la cinematografía iberoamericana, sino también de otras expresiones artísticas provenientes de nuestros países, logrando que cada vez más se conozca nuestra realidad, pero también nuestros sueños, escapando a los estereotipos de las películas de Hollywood o de algunos discursos políticos que nos tachan como lo peor del género humano. Menos mal la cultura existe como justa compensación.

Cartel de la película colombiana 'El Reality'El festival se clausuró con la película colombiana "El Reality", una producción de 2018, dirigida por Rodrigo Triana, quien estuvo en la gala de cierre y pudo comprobar la grata acogida al final de la proyección. En mi caso, hacía mucho tiempo no me reía tanto con una película, que no solo es una divertida comedia, que presenta en tono optimista la historia de un joven, hijo de una familia de clase alta, quien tiene como sueño convertirse en cantante popular, para lo cual, se inscribe en un programa de talentos, haciéndose pasar por ciego e integrante de una modesta familia del sur de Bogotá, a quienes contrata para el propósito.

La película contrasta el mundo artificial de la élite colombiana con la vida real, sacrificada pero honesta y auténtica de una familia humilde que acoge al candidato a cantante. Lo que empieza como una mentira y un contrato de conveniencia para dos partes, termina siendo una sincera relación de solidaridad y cariño entre seres humanos. Escrita y producida por Dago García, libretista, director y productor, quien por si solo, es casi un género cinematográfico en Colombia, responsable de las películas más vistas por el público, que suelen quitarle popularidad a las producciones norteamericanas, todo un mérito, más que destacable, así tenga detractores entre puristas e intelectuales.

Como dice mi esposa Patricia, para los dramas está la vida misma, por lo cual siempre se agradece a quien nos conmueve en el cine con buen sentido del humor. Protagonizada por Alejandro González, cantante en la vida real y Verónica Orozco, actriz que encanta, no solo por su atractivo físico, sino por la naturaleza de su personaje, una mujer que no está dispuesta a ceder a las mentiras o al dinero fácil. Una de las tanteas trabajadoras honestas que se desvive por los suyos. Representante de la verdadera mujer colombiana.

Gracias Rodrigo, Dago, Alejandro, Verónica y todos los responsables de "El Reality", por regalarnos a los espectadores y amantes del cine, dos horas de una sonrisa permanente. El espectador termina tarareando las canciones en modo ranchero que interpreta el protagonista, repetidas no solo por los nostálgicos colombianos presentes, sino por personas de otros países, como varios amigos españoles que felicitaron a Rodrigo Triana por su trabajo, al finalizar la proyección. Ojalá todos los viajes y jornadas terminaran así, como una carita feliz.

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Dixon Moya es diplomático colombiano de carrera, escritor por vocación, lleva un blog en el periódico colombiano El Espectador con sus apellidos literarios, en el cual escribe de todo un poco: http://blogs.elespectador.com/lineas-de-arena/  En Twitter a ratos trina como @dixonmedellin

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