sábado. 20.04.2024

Un emiratí, adicto a las drogas, en Al Ain fue condenado a muerte por matar a su padre después de que este supuestamente se negara a darle dinero para comprar estupefacientes.

El joven había apuñalado a su padre 36 veces en diferentes partes del cuerpo con un objeto contundente lo que le provocó la muerte. El incidente tuvo lugar después de la oración de Taraweeh durante el Ramadán de este año.

El Tribunal Penal de Primera Instancia de Al Ain ha dictado la pena de muerte después de que el sospechoso fuera declarado culpable de asesinato premeditado. La familia agraviada de la víctima se ha negado a perdonar al asesino a cambio de dinero de sangre.

Las investigaciones policiales mostraron que el joven solía pedir dinero a su padre. A veces, su padre accedía a la solicitud y, otras se negaba, sabiendo que su hijo lo usaría para comprar sustancias prohibidas.

Testigos presenciales dijeron a las autoridades que el acusado solía golpear a su padre cada vez que se negaba a darle el dinero que necesitaba para comprar drogas. El joven, que era un ex convicto en un caso de abuso de drogas, había sido internado anteriormente en una clínica de rehabilitación.

El día del asesinato, el emiratí atrajo a su padre al patio de la casa con el pretexto de hablar con él. “Tan pronto como la víctima se acercó a él, el imputado lo apuñaló 36 veces con un objeto contundente en diferentes partes de su cuerpo”, declararon los fiscales.

Al presenciar el incidente desde el balcón de su habitación, el hermano del acusado bajó corriendo, metió a su padre en su coche y trató de llevarlo al hospital. Sin embargo, el acusado, que usaba su propio vehículo, bloqueó apresuradamente el paso de su hermano y estrelló su automóvil contra el vehículo de su hermano varias veces hasta que quedó demasiado dañado para moverse.

El segundo hermano, que se encontraba fuera de la casa, alertó a la policía del incidente después de escuchar a su padre gritar.

El hermano de la víctima, que también estaba cerca, corrió a rescatarlo y lo trasladó al hospital donde murió.

La Fiscalía de Familia de Al Ain había acusado al emiratí de asesinato premeditado. También fue declarado culpable de dañar deliberadamente el vehículo de su hermano para evitar que su padre obtuviera la asistencia médica de emergencia necesaria. Además, fue acusado de consumir una sustancia psicoactiva ("pregabalina").

La Fiscalía había solicitado que se le impusiera la pena máxima, considerando que el hecho de que la víctima fuera su padre constituía una circunstancia agravante.

El abogado de la defensa había argumentado que su cliente cometió el crimen bajo la influencia de drogas y no era consciente de sus acciones. El acusado le había dicho a los fiscales que no recordaba ninguno de los hechos del delito.

Sin embargo, un comité médico que examinó al imputado refutó sus afirmaciones y confirmó que el imputado era responsable de sus acciones y declaraciones en el momento del incidente.

Un emiratí de Al Ain, condenado a muerte por apuñalar a su padre
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