viernes. 29.03.2024

Helen Butcher encabeza, probablemente, la lista del pasajero más odiado por las aerolíneas. Esta mujer, de 51 años, ha sido calificada como "la peor pasajera del mundo". ¿El motivo? Ebria de vino, vodka y ginebra, golpeó a un azafato en la entrepierna y se dedicó a acosar al resto de pasajeros durante el trayecto. Por todo ello, un juez de Manchester le ha condenado a 21 meses de prisión.

Butcher viajaba con su hija, Victoria, cuando tuvo lugar su ataque de ira contra la tripulación de cabina y pasajeros. Según relata The Daily Mail, los más pequeños tuvieron que taparse los oídos para no escucharla. Otros, ya adultos, terminaron llorando. Sin duda, el peor parado fue el miembro de la tripulación que fue golpeado. 

La mujer condenada llegó ya al aeropuerto de Manchester con media botella de vino en el cuerpo. Una vez en la terminal, se decantó por el vodka, que fue seguido de un gintonic servido nada más despegar. "En 20 años de experiencia, nunca jamás me he encontrado con alguien así, esta ha sido la peor persona que ha ocupado un asiento de pasajeros", comenta Shay Kelly, uno de los tripulantes de cabina, a The Daily Mail. "No hacía más que incordiar a los pasajeros con niños que estaban tan tranquilos".

Nada más pisar tierra, la policía griega detuvo a Helen Butcher. Los agentes la encontraron discutiendo con su hija. Ha sido condenada a casi dos años de prisión tras haber admitido los cargos de agresión, intoxicación alcohólica y amenazas. 

Según relatan los testigos de lo sucedido, "a la señora Butcher y a su hija les tocó uno de los asientos del fondo": "Ya se la veía agresiva con el resto de pasajeros a la hora de ubicarse en su sitio. El avión despegó. Cuando salieron los azafatos con el carrito y el servicio de bebidas, ella pidió un gintonic. Nada más servirle la copa, le propinó una buena patada al azafato en el área genital".

El trabajador le recriminó su actitud y ella le respondió que estaba estorbando la visión de su hija. Se ordenó que se dejara de servirle alcohol cuando Butcher pidió más. Esto la enfadó más y los allí presentes comenzaron a sentir miedo por su comportamiento.

Por ello, solicitaron a la tripulación que se encargaran de ella. Alertaron a la policía griega, que tuvo que sacarla del avión por la fuerza.

Fue entonces cuando se dieron cuenta de que llevaba una botella de alcohol en su bolso. Después de todo el revuelo, Helen Butcher acabó por disculparse. Confesó que su padre había fallecido de cáncer y tuvo que recurrir al alcohol para tratar de sobreponerse. 

El espectáculo que montó en un avión "la peor pasajera del mundo"
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