Maryam Karimi mató con la ayuda de su padre a su marido maltratador cuando su hija tenía seis años. Les encerraron en una cárcel a la espera de la pena de muerte para ella. Trece años después, la mujer fue ejecutada en la Prisión Central de Rasht de Irán el 13 de marzo por su propia hija, convertida ahora en una joven de 19 años de edad, después de que los familiares de la víctima se negaran a perdonar a la condenada.
Según informa la ONG Iran Human Rights (IHR) y ha podido confirmar La Vanguardia, la justicia iraní condenó a la horca a la mujer con la ley qisas. De acuerdo con esta ley, que responde al principio del ojo por ojo, solo la familia de la víctima tiene el derecho de impedir la ejecución del asesino mediante el perdón o aceptando una indemnización (diya o dinero de sangre). Muchas veces en estos casos grupos de activistas iraníes se encargan de recaudar fondos para impedir que se lleven a cabo este tipo de sentencias.
Fuentes cercanas al caso aseguraron a IHR que fue la hija de la mujer condenada, criada por los familiares de su difunto padre, quien llevó a cabo la ejecución de su madre. Días antes tuvieron que explicarle la verdad a la joven, que durante los últimos 13 años había pensado que ambos progenitores habían padecido cuando ella era una niña porque así se lo habían contado.
En los casos de asesinato en los que el acusado es condenado a qisas, los familiares de la víctima deben estar presentes en el lugar de la ejecución. Dado que la ley iraní considera que las qisas son un derecho del demandante, se alienta a los familiares de la víctima del asesinato a que realicen la ejecución ellos mismos.
La ONG citada pide que se deroguen este tipo de represalias "crueles e inhumanas". “Las leyes de la República Islámica convierten a una chica cuyo padre fue asesinado cuando era niña en verdugo de su propia madre", ha denunciado el director de la entidad, Mahmood Amiry-Moghaddam.
El padre de la mujer, Ebrahim Karimi, que también participó en el asesinato de su yerno, se escapó de la horca por razones desconocidas pero lo llevaron ante el cadáver de su hija cuando todavía colgaba de la soga. Karimi ayudó a Maryam a matar a su esposo porque la maltrataba físicamente y y se negaba a concederle el divorcio, de acuerdo con las fuentes consultadas por la ONG. El padre sigue cumpliendo condena en la cárcel.
Irán Human Rights se ha sumado a las peticiones que hacen desde hace tiempo abogados y juristas para derogar una ley que consideran "inhumana" y que "coloca la responsabilidad de la ejecución en el hombro del demandante" por lo que "fomenta todavía más violencia y crueldad" en la sociedad iraní.
Ni los medios de comunicación iraníes ni el Gobierno iraní han informado sobre la ejecución de Maryam Karimi.
