sábado. 20.04.2024

La justicia saudita condenó a muerte a Ashraf Fayadh, un poeta palestino que en sus obras renuncia al Islam y se da la circunstancia que el acusado es hermano de Mounir Fayad que hace 30 años dejó Arabia Saudí para buscar un futuro mejor en España. Estudió Medicina en la Universidad de Oviedo y consiguió un contrato como anestesista en el Hospital de Cabueñes. Sin embargo, su vida sigue ligada al país al que sus padres, palestinos, llegaron como refugiados hace medio siglo y donde ampliaron su familia. Allí continúan sus progenitores y también dos de sus hermanos, uno Ashraf Fayad, reconocido poeta y artista visual.

La autoridades de Arabia Saudita realizan una estricta interpretación de la ‘sharía’ o ley islámica, que castiga con penas de cárcel, latigazos o a muerte la homosexualidad, la brujería o declaraciones de tipo religioso que no se ajustan a lo establecido, según informa el diario asturiano elcomercio.es.

Una corte de la ciudad de Abha, en el suroeste del país, condenó a la pena capital al hermano artista Mounir por apostasía y blasfemia. En concreto se le acusa de publicar poemas en los que insulta a Alá y a Mahoma, aunque Ashraf defiende su inocencia y apunta a motivos personales para ser castigado con la muerte.

El tribunal saudí justifica su sentencia por los textos aparecidos en el libro ‘Las instrucciones, en el interior’, una recopilación de poemas que publicó en 2008 en los que expresaba cómo se sentían los refugiados en ese país.

Cinco años después, en 2013, el Comité para la Promoción de la Virtud y Prevención del Vicio, la tan temida policía religiosa de Arabia Saudí, decidió detenerle para interrogarle por "sus ideas ateas", aunque solo estuvo retenido cuatro o cinco días y fue puesto en libertad por falta de pruebas.

Sin embargo, en enero de 2014, volvió a ser arrestado mientras estaba viendo un partido de la Liga de Campeones en una cafetería de Abha. Poco antes había mantenido una discusión con otro hombre, un desencuentro que, según Ashraf, podría ser la causa real de su encarcelamiento.

El artista fue juzgado por la acusación de escribir un poema en el que presuntamente insultaba al Islam. El veredicto de un tribunal religioso lo condenó a cuatro años de prisión y 800 latigazos "por la promoción del ateísmo", pero el artista recurrió la sentencia y la respuesta llegó hace apenas unos días con una pena infinitamente mayor, la condena a muerte.

Los más de 7.000 kilómetros que separan Gijón de Abha no alejan la tragedia de su hermano de la cabeza del anestesista del Hospital de Cabueñes, que sigue el proceso a través de su familia. Sus padres acuden a ver a Ashraf a la cárcel casi cada día y han contratado a un abogado para recurrir la sentencia. Tienen ahora 30 días para apelar y convencer al tribunal de que cambie de opinión y demostrarle que todo fue una "farsa", como sostiene la defensa. Mientras, el artista palestino se encuentra "destrozado" en prisión y ha sido sometido a presiones para que reconozca su culpabilidad.

Pese a la dificultad que supone vivir en el país, la familia no está sola en su lucha por salvar la vida de Ashraf. Un centenar de intelectuales y artistas musulmanes ya han exigido su liberación y la Red Árabe para los Derechos Humanos ha condenado la sentencia. El proceso contra Ashraf Fayad se une al de otros muchos jóvenes que están siendo condenados por delitos de índole religiosa en Arabia Saudí. 

El poeta condenado a muerte en Arabia es hermano de un médico de un hospital asturiano
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