jueves. 28.03.2024

Diez meses después de la muerte de un hombre británico que estaba trabajando en la construcción de uno de los estadios de Qatar para la Copa del Mundo de 2022, todavía no ha habido una reacción o reconocimiento oficial por parte de las autoridades del país o la empresa constructora involucrada.

Zac Cox, un especialista en "trabajos de altura" de 40 años, prestaba sus servicios como subcontratista para la empresa alemana, Pfeifer, que a su vez estaba subcontratada por Midmac-Six Construct, una empresa conjunta qatarí-belga. El británico resultó muerto en enero cuando cayó desde 40 metros de una plataforma en el estadio Khalifa de Doha.

Las primeras investigaciones llevadas a cabo por las empresas de construcción y por el Comité Supremo de Qatar prometió informar en marzo. El Mail on Sunday informó en junio de este año que las dos investigaciones habían llegado a conclusiones diferentes sobre lo que había causado la muerte de Cox, y sobre quién era responsable de ello.

Desde entonces, la familia del fallecido encabezada por sus dos cuñadas, Ella Joseph y Hazel Mayes, se ha encontrado con el silencio cuando se han puesto en contacto con las empresas y las autoridades de Qatar.

Joseph dijo al diario The Guardian que, "diez meses después, aún no tenemos una versión oficial de por qué murió nuestro cuñado y quién fue el responsable. No hemos tenido la certeza de que un incidente horrible como éste no vuelva a ocurrir".

La médico forense británica que lidera la investigación sobre la muerte de Cox también ha criticado a Qatar. Verónica Hamilton-Deeley explicó que, "resultó casi imposible obtener información. Nos encontramos en una situación muy insatisfactoria para todos. Si hubiera estado en nuestro país, los departamentos estatales habrían estado investigando su muerte".

La campaña de la Copa Mundial Qatar 2022 ha estado marcada por la controversia cuando el país fue nombrado sorprendentemente anfitrión del campeonato. Hubo denuncias de corrupción en el proceso de votación, y la ONG Human Rights Watch estima que más de 300 personas han muerto cuando realizaban  labores de construcción, aunque esta cifra ha sido negada por las autoridades de Qatar.

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