La prolongada ausencia de Omán del Sultan Qaboos Bin Saeed Al Saeed que no ha regresado a su país desde que viajó al extranjero para exámenes médicos hace seis meses por sospecha de cáncer, ha despertado los temores sobre la estabilidad en el país del Golfo, según publica el diario Gulf News.
El gobernante de 74 años de edad, es también el primer ministro, así como el representante de asuntos exteriores, finanzas, defensa e interior. Sin hijos ni hermanos, no tiene heredero directo y su ausencia está levantando preguntas sobre quién será su sucesor.
El sultán, que lleva en el trono los últimos 44 años, viajó a Alemania en julio para unas pruebas médicas, un diplomático aseguró que padece cáncer de colon.
Desde entonces, sólo se le ha visto una vez en un breve vídeo que fue transmitido por la televisión nacional de Omán el 5 de noviembre del año pasado (en la foto de la noticia), en el que habló de los "buenos resultados" de su tratamiento, pero añadió que su salud requería revisión.
Un diplomático occidental manifestó en Muscat que "el sultán quería mostrar que él permanece llevando el control del país, y sigue emitiendo decretos desde su lugar de residencia en el extranjero". Cuando el sultán tomó las riendas del poder, Omán era un país aislado que vivía al margen del mundo moderno, con poca o ninguna infraestructura.
El analista omaní Ahmad Ali Al Mukhaini explicó que "el Sultan Qaboos sería recordado como el hombre que transformó el sultanato en un estado moderno. Sin embargo, ahora el gobierno está lento a la hora de tomar decisiones, porque es la primera vez que ha tenido que hacer frente a la ausencia del sultán", agregó el analista.
En 2011, el sultán modificó el proceso para la elección de su sucesor. Nombró a cinco altos funcionarios de un consejo que estarían involucrados en la confirmación del nuevo sultán en caso de cualquier disputa de la familia real.
"Pero como él no asignó sucesor, nadie puede tomar decisiones en su lugar mientras siga con vida", declaró otro diplomático, quien aseguró que es probable que los problemas aumenten en el país en medio de la desaceleración económica ocurrida por el precio del crudo.
El sultanato recibe el 79 por ciento de sus ingresos del petróleo, produciendo alrededor de un millón de barriles por día. "Los funcionarios de Omán temen una desaceleración de las inversiones y, por lo tanto, la suspensión de importantes proyectos de infraestructura", dijo el diplomático occidental.
En 2008, Omán anunció planes para construir un puerto y un astillero en Duqm, diseñados para competir con Jebel Ali Free Zone de Dubai. Pero el proyecto no ha pasado más allá de su primera fase.
Consciente de las consecuencias de los problemas del tesoro público, los funcionarios han estado luchando para diversificar los ingresos más allá del petróleo. Una propuesta fue imponer un impuesto por las transferencias de dinero de los trabajadores extranjeros a sus países de origen, que ascendieron a un estimado oficial de 7.200 millones dólares en 2013, esta medida fue desestimada tras un amplio debate.
La población de Omán se estima en alrededor de cuatro millones. Casi 1,8 millones de ellos son extranjeros, en su mayoría asiáticos.
En 2011, el sultanato se vio envuelto en el movimiento de protesta de la Primavera Árabe que alcanzó a gran parte de la región. Dos civiles murieron en manifestaciones exigiendo reformas políticas y económicas, sacudiendo al gobierno y a su líder el sultán para implementar una serie de reformas y terminó con el arresto de decenas de activistas.
En un esfuerzo por aplacar a los manifestantes, el sultán Qaboos anunció la creación de 50.000 nuevos puestos de trabajo, una asignación mensual para los solicitantes de empleo inscritos y un salario mínimo más alto para los nacionales que trabajan en el sector privado.
Sin embargo, el aumento de las presiones financieras, junto con los temores de incertidumbre en torno a la salud del Sultán Qaboos y la especulación sobre su sucesor, han alimentado más disturbios, según los residentes en Muscat.
"Omán está experimentando una metamorfosis" declaró Al Mukhaini.
