viernes. 29.03.2024

Como regla general, cuanto antes se descubra el cáncer de mama, mayor probabilidad de ganar la batalla contra este enemigo mortal. Por ello, es imperativo que las mujeres sean proactivas y sigan las recomendaciones de su médico y se hagan las pruebas regulares de detección de cáncer de mama.

Existen ciertas presiones emocionales y preocupaciones sobre los resultados que pueden causar que una mujer se sienta angustiada y tarde en acudir al médico a realizarse estas pruebas. Este estado de ansiedad es totalmente razonable y respetado; sin embargo, no se debe dejar que algunos malentendidos generalizados y creencias erróneas sobre los síntomas del cáncer y las maneras de prevenirlo afecten.

Con este artículo se pretende que todas las mujeres conozcan algunos de los hechos reales que giran alrededor de esta enfermedad, se desprendan de estos mitos y se hagan cargo de su salud:

Mito 1: ¡Todos los bultos en los senos son malignos!

La mayoría de los bultos en las mamas no son cáncer. Es más común que sean una lesión benigna (por ejemplo, un quiste o un fibroadenoma; un crecimiento anormal que no es cáncer). Algunos bultos van y vienen durante el ciclo menstrual de una mujer. Si una mujer siente un bulto en el pecho, es comprensible que se preocupe. Pero no debe entrar en pánico ni tomar sus propias conclusiones. En su lugar, debe tomar una acción positiva; hay que descartar que el bulto en el seno sea cáncer y para ello la mujer tiene que asegurarse asistiendo al médico. Llamar al médico de confianza es una de las decisiones más sabia y puede ayudar a descubrir lo que está pasando.

Mito 2: Si se detecta un bulto durante la lactancia, ¡no puede ser un cáncer!

Aunque se cree que la lactancia materna reduce el riesgo de contraer cáncer de mama, puede que pase. Si una mujer nota un bulto mientras está amamantando, no debe ignorarlo, debe acudir al médico.

Mito 3: ¡Un bulto en el seno es el único signo de cáncer de mama!

El cáncer de mama puede presentar su cara fea con varios síntomas como cambios en la forma o el tamaño de la mama; enrojecimiento, irritación o engrosamiento de la piel del seno o pezón; una textura de piel de naranja en el pecho; un giro hacia adentro del pezón; secreción del pezón; dolor (los cánceres de mama no siempre son dolorosos) e inflamación de los ganglios linfáticos en la axila. Todos estos síntomas no son concluyentes de tener cáncer, pero definitivamente su presencia debería aumentar la sospecha. En consecuencia, si una mujer tiene dudas sobre alguno de estos síntomas, debe visitar a su médico de confianza para averiguar qué está causando sus síntomas.

Mito 4: ¡El dolor en los senos significa que hay un cáncer!

Hay varias razones no malignas para el dolor en los senos, como las fluctuaciones hormonales durante el embarazo, la menopausia y el ciclo menstrual. Además, la inflamación (por ejemplo, la mastitis) puede desembocar en dolor en los senos. Si una mujer sufre un dolor de senos persistente, o si el dolor de senos está asociado con otros síntomas, como secreción del pezón, un bulto en el seno recientemente descubierto, sensibilidad en los senos o enrojecimiento de la piel de los senos, una vez más, se recomienda llamar al médico de confianza para averiguar qué está sucediendo.

Mito 5: un bulto en el seno es probablemente inofensivo si no hay antecedentes familiares de cáncer de seno

Muchas mujeres tienen la idea errónea de que no están en riesgo de contraer cáncer de mama si nadie en su familia lo ha tenido. Lamentablemente, esto no es cierto. Según la American Cancer Society, menos del 15 por ciento de las mujeres con cáncer de mama tienen un familiar que padece la enfermedad. Un consejo sincero pero firme: todos los bultos deben ser revisados por un médico, aunque el cáncer de mama no haya estado presente en el historial familiar.

Mito 6: ¡Los senos grandes dificultan la detección de cáncer en una mamografía!

Hay una gran cantidad de investigaciones que apoyan la precisión de la mamografía en senos grandes. Si una mujer tiene senos grandes, el técnico de mamografía puede necesitar tomar más imágenes, porque la cantidad de tejido que se examinará es mayor. Con los senos grandes, puede ser difícil a veces sentir manualmente un bulto que puede resultar en cáncer. Las mamografías no previenen el cáncer de mama, pero pueden salvar vidas al detectar el cáncer de mama lo antes posible, cuando es más tratable. Por lo tanto, es imperativo tener mamografías regulares, cualquiera que sea el tamaño del seno.

Mito 7: ¡Tratar el cáncer con cirugía o realizar una biopsia de seno pueden causar que el cáncer se disemine en el cuerpo!

La probabilidad de que la cirugía cause que el cáncer se propague a otras partes del cuerpo es extremadamente baja. Hay que seguir los procedimientos estándar; los cirujanos utilizan métodos especiales y toman muchas medidas para evitar que las células cancerosas se propaguen durante las biopsias o la cirugía para extirpar tumores.

Mito 8: ¿No hay diferencia entre un autoexamen de mamas y un examen clínico de mamas?

Los exámenes clínicos de los senos son realizados por un profesional de la salud que está capacitado para reconocer muchos tipos diferentes de anomalías y signos de advertencia. Probablemente, este examen en la clínica sea completado por el ginecólogo durante la evaluación anual recomendada para todas las mujeres. El autoexamen de los senos es algo que toda mujer debe hacer al menos una vez al mes en casa. Los exámenes clínicos de los senos son una parte importante para la detección temprana. Aunque se descubren muchos bultos a través de autoexámenes de los senos, un profesional experimentado puede detectar un área sospechosa que no se registra como una amenaza en la mente de la mujer.

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Dra. Amaya Carreras es MD. Especialista en Obstetricia y Ginecología en German Medical Center FZ-LLC. Para más información, contacto o pedir cita llamar al +971 4 432 2989 o a través del correo [email protected]. También se puede visitar www.gmcdhcc.com.

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