Luisa Sastre, la oftalmóloga española que combate en Dubai las cataratas a edad temprana

Marta Pérez Cruzado / Dubai 3 de octubre de 2019, 11:08

Que las cataratas adelanten su aparición en esta parte del mundo a una edad tan temprana como los 40 años, cuando la catarata asociada al envejecimiento aparece habitualmente hacia los 70, tiene una explicación. Factores como la alta prevalencia de la diabetes y la exposición de los ojos al sol sin protección están detrás del desarrollo temprano de esta enfermedad ocular, según ha explicado a EL CORREO DEL GOLFO la oftalmóloga madrileña Luisa Sastre, que trabaja en el prestigioso Moorfields Eye Hospital Dubai (ver localización). En muchas ocasiones, señala la Dra. Sastre, “la catarata tan temprana está relacionada con un mal control diabético” y, de la misma forma, añade, “la exposición prolongada durante décadas al sol sin protección acelera el desarrollo de la catarata y puede hacer daño a la retina también”.

En el ojo con cataratas, el cristalino se vuelve tan opaco que impide ver con nitidez. Es un proceso progresivo, que en zonas como Emiratos Árabes suele desarrollarse de forma “más rápida” que en países como España. “En los primeros estadios de la catarata normalmente a la persona o le aparecen dioptrías o le cambian las que ya tiene, pero llega un momento en que la visión no mejora cambiando las gafas”, narra la Dra.Sastre, explicando que es entonces cuando hay que pasar a la solución quirúrgica.

Afortunadamente, apunta la española, especialista en intervenciones quirúrgicas de cataratas en Moorfields, esta cirugía tiene un altísimo porcentaje de éxito. “La cirugía de cataratas es una de las que más se hace en el mundo y una de las más antiguas descritas", comenta.

“La exposición prolongada durante décadas al sol sin protección acelera el desarrollo de la catarata y puede hacer daño a la retina también”

Para realizar esta operación no es necesaria anestesia general sino solo anestesia local que se aplica en gotas. Después se realizan unas pequeñísimas incisiones en la córnea -de 1,8 y 2,2 milímetros- por donde se procede a retirar la cataracta del ojo y se inserta una lente plegable. El proceso es rápido y controlado y el paciente nota la mejoría de manera muy rápida. “Muchas veces la persona ya se sorprende porque cuando se sienta después de estar tumbada para la operación ya puede ver mucho mejor”, relata la Dra. Sastre. En un mes, pasada la cicatrización, se puede dar por finalizada la recuperación. “Con el paso de los años la membrana que sujeta la lente intraocular que se coloca al retirar la catarata, se va a ensuciar, se va a llenar de restos de células que quedaron de la cirugía y entonces vuelves a perder visión, pero lo que hacemos es limpiar esa membrana con láser y ya está”, aclara la madrileña.

Luisa Sastre estudió Medicina en la Universidad Autónoma de Madrid y se especializó primero en Medicina Intensiva (médico de cuidados Intensivos) y posteriormente en Oftalmología. No solo se dedica a realizar estas cirugías en Dubai sino que desde su consulta en Moorfields se ocupa del diagnóstico y tratamiento de otras muchas patologías del ojo, especialmente las enfermedades de la retina. Al igual que con las cataratas, la diabetes está detrás de muchos de los problemas oculares que pasan por su consulta, como la retinopatía diabética.

"Los enfermos deben saber que la diabetes puede hacer daño a la retina y que hay que hacerse revisiones periódicas del fondo de ojo porque la diabetes puede dañar la retina antes de que uno tenga ningún tipo de síntoma"

“La diabetes tiene una prevalencia muy alta en esta parte del mundo, en parte por la genética y en parte por el estilo de vida”, explica. A pesar de que hay muchos enfermos diabéticos en países árabes como Emiratos, lamenta Sastre, “la educación en este tema todavía no es lo suficientemente buena para que todos los enfermos sepan que la diabetes puede hacer daño a la retina y que hay que hacerse revisiones periódicas del fondo de ojo porque la diabetes puede dañar la retina antes de que uno tenga ningún tipo de síntoma”.

Aunque en etapas iniciales la retinopatía diabética normalmente es asintomática, aclara la doctora, si la enfermedad afecta a la mácula, la zona central de la retina, “la persona se va a quejar de empeoramiento de su visión y normalmente cuando sucede eso solemos encontrar daño en más zonas de la retina además de la central”. La falta de intervención, advierte la oftalmóloga, “puede derivar en ceguera en estados más avanzados”, lo que hace imprescindible llevar un control precoz.

La Dra. Sastre, que ejerció en los hospitales Gregorio Marañón y El Escorial de Madrid antes de trasladarse a Emiratos Árabes a finales de 2017, admite que queda mucho por trabajar en la concienciación sobre el control diabético y las complicaciones oculares de la diabetes, en esta parte del mundo. “En España cualquier médico de cabecera que lleve a un diabético sabe que le tiene que mandar al oftalmólogo periódicamente, pero aquí esa conciencia sorprendentemente no es tan universal, no todos los médicos que llevan pacientes diabéticos los mandan al oftalmólogo, de hecho, con cierta frecuencia vemos pacientes con décadas de enfermedad, con mal control diabético, que te dicen que no han visto un oftalmólogo nunca, y cuando llegan a nosotros lo hacen con la retinopatía diabética avanzada y ahí ya es mucho más complicado revertir el daño que existe”, lamenta.

“En España cualquier médico de cabecera que lleve a un diabético sabe que le tiene mandar al oftalmólogo periódicamente, pero aquí esa conciencia sorprendentemente no es tan universal"

De hecho, resalta Sastre, “en España la retinopatía diabética avanzada ya no la veíamos tanto como aquí y, sin embargo, teníamos muchos pacientes con degeneración macular asociada a la edad, que es otra patología que afecta a la mácula -la parte central de la retina que usamos para tener la visión en detalle- y que en Europa y EEUU es la primera causa de perdida no reversible de visión central en población mayor de 60 años”. Esta enfermedad, apunta, “la vemos también en los expatriados”. Analizando a sus pacientes por perfiles, la Dra. Sastre ha detectado que “los árabes en su genética tienen el desarrollo de la diabetes de una manera muy agresiva y muy temprana y los expatriados a partir de la sexta década de la vida presentan más prevalencia de degeneración macular asociada a la edad, que en España, en Europa y en EEUU supone problema enorme”.

La degeneración macular asociada a la edad, explica, “tiene tratamiento mediante unas inyecciones en el ojo; la verdad es que mejoran bastante, pero desgraciadamente con el paso del tiempo hay muchos pacientes que pierden la visión central”. Para el desarrollo de esta patología “el factor de riesgo número uno es la edad y después hay otros factores como la genética o la exposición al sol sin gafas a lo largo de décadas. Los rayos ultravioletas son tóxicos para la retina y puede provocar el desarrollo de enfermedades como la degeneración macular y como las cataratas”, insiste la Dra. Sastre.

LA SALUD OCULAR DE LOS NIÑOS

En el otro extremo de la vida está la salud ocular de los niños, a quienes también atiende Luisa Sastre en Moorfields Eye Hospital. Ella ve pacientes con problemas de oftalmología general como conjuntivitis o errores refractivos (problemas de gafas). "En Moorfields tenemos un departamento de oftalmología pediátrica con profesionales increíbles, que llevan a los niños con problemas oculares más serios”, comenta. La oftalmóloga española destaca la importancia de cuidar la salud visual de los niños, ya que se trata de una inversión a largo plazo. “Los niños tienen que intentar ver lo mejor posible, especialmente cuando son muy pequeñitos, porque la vía visual se desarrolla normalmente si hay un buen enfoque. Si el niño es pequeñito y no tiene un buen enfoque porque necesita gafas y no se las han puesto, la conexión que hay entre el ojo y el cerebro no se va a desarrollar normalmente”, explica la madrileña.

"Si el niño es pequeñito y no tiene un buen enfoque porque necesita gafas y no se las han puesto, la conexión que hay entre el ojo y el cerebro no se va a desarrollar normalmente"

Esta situación se denomina ojo vago o ambliopía; y si no se corrige en la infancia será imposible de revertir en la edad adulta. Por eso, recalca la Dra. Sastre, “es importante en los niños pequeños hacer exámenes visuales. A los 3 años es una buena edad para examinar por primera vez a un niño que no tiene ningún sintoma ocular; ya suelen colaborar bastante bien. Y por supuesto, se le puede y debe examinar mucho antes, si hay algún indicio de que algo no va bien en el ojo, por ejemplo si tiene una desviación ocular”. Las consecuencias de un problema ocular sin remediar en los niños, añade la Dra. Sastre, van más allá de la salud física ya que “un problema de visión puede estar detrás de un fracaso escolar”.

Otros de los problemas más recurrentes que encuentra la Dra. Sastre en su consulta son la conjuntivitis alérgica y el ojo seco, tan frecuentes en Emiratos Árabes por sus condiciones climáticas. “En esta parte del mundo hay polvo en la calle en cantidades industriales, y cuando no estamos en el exterior pasamos todo el día en el interior, donde tenemos el aire acondicionado puesto de forma permanente”, detalla la oftalmóloga. Para tratar estos casos, apunta, se recomienda el uso de lágrimas artificiales, “porque ayudan a hidratar la superficie del ojo y a lavar posibles alérgenos que se depositan, como el polvo”.